De la Comisaría de Linares a la que a diario acudían a trabajar el agente de la escala básica, Manuel, y el subinspector coordinador de servicios, José Luis, este sábado salieron dentro de un vehículo policial: no ocupaban el asiento del conductor y el copiloto como era habitual. Iban presos y escoltados por antidisturbios que tuvieron que proteger con sus escudos la salida del coche oficial porque algunos ciudadanos les lanzaron objetos indignados con la brutal agresión que perpetraron contra Carlos por una simple discusión en la cafetería La Galería.
Ese fue el paseillo que realizaron hacia la Comisaría de Jaén donde el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Linares (Jaén) instó a que los detenidos fuesen trasladados debido a los incidentes que se estaban viviendo en la sede judicial linarense, donde decenas de vecinos acudieron espontáneamente a recriminiar a los funcionarios su paliza a Carlos. De hecho, hubo lanzamientos de piedras y mecheros que obligaron a los policías nacionales a realizar disparos disuasorios de pelotas de goma.
"Hubo un asalto al juzgado y el juez ordenó que se les llevase a la Comisaría de Jaén porque es la única de la provincia habilitada para prestar declaración por videoconferencia", tal y como detalla un portavoz policial. En las dependencias de Linares, según ha podido saber EL ESPAÑOL, el agente Manuel y el subinspector José Luis se acogieron a su derecho a no declarar ante la Policía Judicial que instruía el atestado por los supuestos delitos de agresión y lesiones graves.
Mientras las calles de Linares eran un auténtico polvorín aderezado de cargas policiales contra los vecinos y actos vandálicos, paralelmente en Jaén prestaban declaración los dos policías. "Los dos detenidos han ingresado en prisión", ese era el mensaje que un portavoz policial hacía llegar a este diario a la 1.24 horas de la madrugada del domingo. El juzgado en funciones de guardia decretaba prisión preventiva, después de que la Fiscalía se manifestase a favor de esa medida contra los funcionarios.
Desde un principio, los propios compañeros de los arrestados consultados por este diario, se han manifestado en contra de los hechos protagonizados por el agente y el subinspector estando fuera de servicio: "Lo que han hecho no hay por donde cogerlo y no tienen defensa posible. Los compañeros perdieron las formas".
El herido, Carlos, un trabajador en una empresa dedicada a la producción de cepillos para máquinas de limpieza viaria, fue ingresado en el Hospital San Agustín de Linares con lesiones en la nariz y la cornea, y también ha resultado herida, aunque con menor gravedad, su hija de 14 años.
En el material audiovisual difundido sobre la pelea por redes sociales y facilitado por algunos de los testigos a EL ESPAÑOL se ve cómo dos hombres empiezan a dar golpes y empujones en plena calle a otro hombre, que acaba cayendo al suelo, siendo víctima de una cascada de patadas y puñetazos por todo el cuerpo y la cara. Los agresores, ambos policías de paisano, también pegaron a la hija, de 14 años, así como al cuñado cuando trataron de auxiliar a su familiar.
Disturbios en Linares
Tales hechos provocaron que este sábado la localidad jiennense viviese momentos de alta tensión. "Ha sido una batalla campal", tal y como resumía un portavoz de la Policía Nacional a EL ESPAÑOL. "Han quemado contenedores, han arrancado señales de tráfico y se las han llegado a lanzar a los agentes". El parte de guerra: 14 detenidos entre los manifestantes, dos de ellos menores de edad, y un total de veinte policías nacionales heridos de diversa consideración.
Por las redes sociales no dejaban de circular vídeos de actos vandálicos, protagonizados casi siempre por adolescentes, que volcaban contenedores de basura para cortar el tráfico por diversas calles de la ciudad y que arrancaban todo el mobiliario urbano que se encontraban a su paso. Todo ello, en el marco de la protesta que se había convocado, a las ocho de la tarde del sábado, frente a la Comisaría de Linares para mostrar la repulsa de los ciudadanos por la agresión a Carlos.
Los familiares de la víctima pidieron que fuese pacífica, pero algunos radicales aprovecharon la convocatoria para dar rienda suelta a la violencia. "Entre los manifestantes, había dos grupos que eran extremadamente violentos y que salieron organizados a las calles: en ocasiones atacaban a la policía simulatáneamente".
En Twitter, a nivel mundial, las publicaciones relacionadas con Linares llegaron a ocupar el puesto número nueve. Para reestablecer el orden en la ciudad tuvieron que ser movilizados agentes de las comisarías de Úbeda, Andújar, Jaén, incluso de Granada, que dieron apoyo a los policías de la Comisaría de Linares sitiada por las protestas. "Estamos literalmente estenuados", admitía un agente a este diario.
Desperfectos de 30.000 euros
El Ayuntamiento de Linares ha catalogado en torno a 30.000 euros los desperfectos causados por los incidentes. El consistorio de la localidad jiennense ha asegurado que se trata de una valoración inicial, por lo que no se descarta que el montante ascienda en una revisión más exhaustiva en los próximos días.
Marquesinas de autobuses, contenedores de basuras, señales de tráfico, vallado perimetral y semáforos. Esos han sido los elementos del mobiliario urbano más dañados a causa de los disturbios de la pasada noche.
Los operarios municipales han estado desde primera hora de la mañana recogiendo y reparando algunos de los desperfectos.
A pesar del toque de queda en Andalucía a las 22 horas, los altercados continuaron hasta las 23 horas.