Llevaba varios días paseando por el Barrio de Los Rosales en El Palmar, armado con una pistola, que a sus tiernos 11 años les mostraba a otros niños como un juguete más. Para entender esto hay que poner en contexto esta barriada de Murcia, la cual, por desgracia, está marcada por la presencia de familias desestructuras, bajos niveles de formación, y donde algunos de sus vecinos capean el paro con el trapicheo con drogas. De forma que este chiquillo, este lunes, se echó el arma a la mochila y se la llevó al Colegio Virgen de la Fuensanta de La Alberca.
El timbre sonó y todos los alumnos entraron a clase para empezar una semana lectiva más antes de las vacaciones de Semana Santa. La rutina escolar se rompió pasados unos minutos de las nueve de la mañana, cuando en una de las aulas de sexto de Educación Primaria se percataron de que un alumno iba armado. "Alguien detectó que el crío llevaba en la mochila lo que parecía ser un arma de fuego y llamaron a la Policía Local", tal y como detalla un portavoz autorizado de este Cuerpo.
"La pistola fue entregada a la Policía Nacional para su análisis y para que abra una investigación con el objetivo de determinar su procedencia". Además, una pareja de agentes contactó con la madre del alumno, de 11 años, para acudir a la Comisaría de Murcia a ofrecer las explicaciones pertinentes sobre un episodio que ha desatado el pánico entre los miembros de la comunidad educativa.
Desde entonces se ha impuesto la ley del silencio en el Virgen de la Fuensanta de La Alberca, entre cuyos docentes, a más de uno se le ha venido a la memoria lo sucedido el 16 de febrero, en el Colegio Monteagudo-Nelva de Murcia, un centro segregado por sexos y gestionado por el Opus Dei, donde un alumno, de 13 años, de segundo de la ESO, acuchilló por la espalda a un docente. El secretario de la Federación de Enseñanza de CC OO, Nacho Tornel, llama a la calma: "Es una situación extraña, lo ocurrido con el apuñalamiento, lo achaco a un tema mental, y lo del arma, puede tener su origen en alguna cuestión familiar".
Tornel recuerda que el Colegio Virgen de la Fuensanta "viene precedido por una buena fama, sin incidentes", de forma que el dirigente sindical concluye que es un episodio "absolutamente excepcional". Algo que no evita que este martes haya cundido la preocupación entre los padres de otros alumnos del centro. En la Consejería de Educación han confirmado a EL ESPAÑOL que "el alumno, de 11 años, no ha acudido a clase y no lo hará en varios días porque ha cometido una falta muy grave que conllevará su correspondiente periodo de expulsión".
¿Arma real o simulada?
Una de las claves de la investigación policial y de la sanción escolar radica en averiguar si este menor de edad, inimputable a efectos legales, llevó un arma de fuego o simulada al centro educativo. Desde la Policía Local explican que la pistola ha sido entregada a la Jefatura de Murcia para su análisis: "Hay armas de fogueo y de detonación susceptibles de ser modificadas para disparar fuego real y el Cuerpo Nacional debe aclararlo".
Por su parte, un portavoz de la Consejería asegura que "el alumno no llevó un arma de fuego real: se trata de una pistola detonadora, a la que le faltaba alguna pieza y no podía lanzar ningún tipo de proyectil". De las primeras pesquisas realizadas por la Inspección de Educación, según ha podido saber EL ESPAÑOL, se ha averiguado que "el menor llevaba varios días paseando el arma por el Barrio de Los Rosales y decidió llevársela al colegio en su mochila".
Este lunes, después de entrar a clase, trascendió que un alumno de 11 años iba armado y de inmediato se reclamó presencia policial. "Parece ser que algún compañero le dijo a un profesor que llevaba una pistola y se confirmó que la tenía en la mochila, sin llegar a usarla en ningún momento para amedrentar a nadie".
El chiquillo, de 11 años, "es un alumno travieso" y "muy inquieto", pero hasta ahora no tenía faltas graves en su expediente escolar, "ni había protagonizado incidentes violentos". La Consejería ha activado el protocolo y los educadores se encargarán de entrevistarse con este alumno de sexto de Primaria, así como con sus padres. "El procedimiento podría culminar con su traslado a otro colegio si la dirección del centro Virgen de la Fuensanta considera que puede alterar la convivencia de su comunidad educativa".