Prisión permanente revisable para un pandillero por matar en 2016 a un menor en Madrid

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a prisión permanente revisable a Adrián G. S., alias Plátano, como culpable de asesinar a un menor de edad en 2016, en medio de un ataque amparado en la rivalidad entre bandas juveniles.

El fallo no es firme y contra él cabe la interposición de correspondiente recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

La Sección Segunda de la Audiencia de Madrid, en una extensa resolución de 72 folios al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, también impone otras condenas para los otros siete procesados, que varían desde la pertenencia a banda criminal, la tenencia ilícita de armas —machetes, cuchillos y navajas— hasta el grado de participación en los hechos, y en concreto, al asesinato en grado de tentativa.

En concreto, seis de ellos han sido condenados a 15 años de prisión por asesinato "sin cualificación", y a otros siete años y seis meses por asesinato en grado de tentativa.

Además, se les condena adicionalmente a cuatro años y tres meses de prisión por pertenencia a banda criminal y a otro año más de cárcel por tenencia ilícita de armas prohibidas. 

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También los condena al pago de las correspondientes indemnizaciones a los familiares de la víctima y el pago de las costas. Todos ellos contaban con antecedentes y ha quedado acreditado que obraron "con la intención de causar la muerte". 

Además, y como ya sucediera en anteriores sentencias de la misma naturaleza, se decreta la disolución de la banda juvenil Los Trinitarios.

Los hechos

Según el relato que expuso la Fiscalía durante la celebración de la vista oral y se recogía en su escrito de acusación, en septiembre de 2016, cuatro acusados, todos ellos miembros activos de la banda Los Trinitarios, se encontraban en las inmediaciones de la Plaza María Paz Unciti, junto a las otras cinco personas procesadas.

Pese a que el grupo se dividía entre militantes activos de la banda y simpatizantes, la Fiscalía manifestó que todos ellos actuaban de mutuo acuerdo. Por lo que, cargados con machetes, cuchillos, navajas y botellas de cristal, y ocultando el rostro, se lanzaron hacia la banda rival, Los Ñeta "con absoluto desprecio hacia su vida e integridad física".

Según el Ministerio Público, lo hicieron de forma "organizada, rápida y sorpresiva", para evitar la capacidad de reacción de sus víctimas, que fue "anulada". Uno de los jóvenes de la banda rival, Richard Javier, de 17 años, falleció "instantes después" de la agresión a consecuencia de las tres puñaladas que recibió y que le propinó Adrián G. S.

Otro joven fue atacado con un machete de grandes dimensiones y resultó herido de gravedad, según recogen los hechos probados de la sentencia. Requirió 26 días de hospitalización, 255 de curación y ha quedado con secuelas de por vida.

Ninguno de los dos, relata el tribunal, "pudieron ejercer ninguna forma de defensa efectiva" debido "al número, armamento y actuación sorpresiva" de los atacantes.