Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco personas en la provincia de Valencia y han liberado a ocho mujeres víctimas de explotación sexual que vivían hacinadas en colchones en el suelo.
Los investigadores han logrado desarticular esta supuesta "organización criminal" que explotaba sexualmente a sus víctimas en todo el territorio nacional desde Valencia. Al parecer, las engañaban a través de anuncios en páginas de contactos con falsas promesas económicas, aprovechándose de su situación irregular y de vulnerabilidad.
Los implicados determinaban qué tipo de prácticas sexuales debían realizar sus víctimas, imponiendo sanciones económicas si se negaban y debiendo estar disponibles las 24 horas los siete días de la semana, según la información difundida este martes por la Policía Nacional.
La red criminal operaba en diversas comunidades autónomas y estaba asentada en la provincia de Valencia.
Sus integrantes captaban a mujeres que se encontraban en España, la mayoría en situación irregular, a través de anuncios de páginas web de contactos y les ofrecían una "plaza" en casas de citas bajo la promesa de grandes beneficios económicos.
Una vez las mujeres contactaban con los implicados, dada su situación irregular que entrañaba una gran vulnerabilidad económica, social y personal, las distribuían para alojarlas en los dos domicilios que regentaban situados en las localidades de Alzira y Xàtiva, dos de las principales ciudades de la provincia de Valencia.
Según ha descubierto la Policía, nada más llegar a estos domicilios, los componentes del entramado les imponían condiciones abusivas para ejercer la prostitución.
Servicios
Las víctimas permanecían en pisos de citas en condiciones infrahumanas. A pesar de haber dormitorios libres, tenían que dormir hacinadas en literas y sofás o en colchones directamente en el suelo, con la ropa metida en maletas y sin armarios, pues "las habitaciones estaban destinadas exclusivamente para el ejercicio de la prostitución".
Las características de cada servicio sexual, entre ellas el precio, eran determinadas por los implicados y no por las víctimas, que tenían que estar disponibles las 24 horas los siete días de la semana.
Además, debían entregar a sus explotadores la mitad de lo que obtenían por servicio y les aplicaban sanciones económicas si se negaban a realizar determinadas prácticas sexuales u otro tipo de conductas.
La líder de la organización les daba instrucciones de cómo atender a los clientes o si estaban maquilladas o vestidas de forma correcta para atenderlos. También fiscalizaba el tiempo empleado en los servicios sexuales y el dinero que obtenían por ello.
Según la Policía, se controlaba a las víctimas con cámaras de videovigilancia instaladas en los pisos de citas, de tal modo que captaban todos sus movimientos.
Además, estaban obligadas a apuntar en un cuaderno junto a su nombre y apodo, con el que ejercían la prostitución, la cantidad de dinero obtenida por cada servicio sexual, la duración del mismo y la sustancia estupefaciente que los clientes adquirían y que debían proporcionarles si lo solicitaban.
Se llevaban a cabo así las conocidas como "fiestas blancas", cuya participación se origina bajo el reclamo de sexo y drogas en el interior de los pisos.
Investigación policial
El operativo desplegado por la Policía Nacional en Valencia ha logrado poner al descubierto la trama criminal. Los clientes podían abonar la utilización de los servicios sexuales a través de aplicaciones de pago electrónico, ingresando dinero a la cuenta asociada a los teléfonos de los implicados. Este método suponía poder lograr un mayor control de los beneficios obtenidos.
Durante la operación se ha liberado a ocho víctimas de explotación sexual en Alzira y Xàtiva y se ha arrestado a cinco personas en la provincia de Valencia -cuatro en Alzira y uno en Canals- como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, delitos relativos a la prostitución y contra la salud pública.
En concreto, se han realizado cuatro registros domiciliarios en los municipios valencianos de Alzira (2), Alberic (1) y en Xàtiva (1) en los que se han intervenido 72.025 euros en efectivo, cocaína y marihuana listas para su venta.