El pasado domingo, una familia que regresaba a Oviedo tras pasar una semana de vacaciones en Huelva, se llevó el susto de su vida. Cuando transitaban por la autopista del Huerna (AP-66) el vehículo chocó contra un oso. Lo hizo a la altura de Campomanes, en el kilómetro 73 y, aunque los tripulantes llamaron rápidamente a la Guardia Civil, el animal ya había huido del lugar del suceso.
Los hechos ocurrieron en torno a las once de la noche, lo que imposibilitó que los ocupantes distinguieran aquello contra lo que se había producido la colisión. Fueron las primeras pesquisas de los agentes desplazados hasta el lugar de los hechos, los que, gracias a los pelos encontrados, pudieron determinar que se trataba de un oso. El impacto no fue muy fuerte y todo indica que el animal pudo huir sin sufrir lesiones graves.
En el coche viajaban A. F. A. y A. R., de 37 y 38 años acompañados de sus hijos de 6 y 2 años. A pesar del susto, no hubo que lamentar heridos de ningún tipo y los implicados pudieron seguir su marcha sin más secuelas que el sobresalto. Además, se da la coincidencia de que el coche en el que viajaba la familia era un vehículo de sustitución, ya que habían sufrido una avería al inicio del trayecto de vuelta.
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La presencia de un oso en la autovía del Huerna es algo insólito, aunque sí que existe algún precedente en la zona occidental de la Cordillera. En el año 2008, un camionero que circulaba por la A-6 atropelló mortalmente a un animal. El incidente ocurrió cerca de la localidad leonesa de Trabajadelo.
La Fundación Oso Pardo se ha hecho eco del acontecimiento. La entidad ha reconocido su extrañeza ante el aparente acceso de un oso a la doble calzada de peaje del Huerna, en teoría bien vallada para impedir el paso de fauna salvaje, aunque no descartan que se trata de algo factible.