Los Sanfermines de Pamplona cierran este viernes su edición de 2023 con un suceso de última hora. Aparte de los tradicionales encierros, que cada mañana han recorrido las principales calles del centro, en esta cita se han registrado casos de agresión sexual y algún episodio de violencia

Hasta el día 9, pasado el primer fin de semana de San Fermín, había 15 denuncias por acoso sexual y 11 detenidos. Una lacra de estos festejos que está en la lupa desde hace años y que ha hecho que se incrementaran las medidas de protección. Sobre todo, después del caso de La Manada en 2016, cuando cinco hombres violaron a una chica en un portal. Hechos que siguen ocurriendo, como se ha visto en la Playa de Palma con cinco turistas.

Aparte, San Fermín está marcado por las heridas durante las carreras delante de los toros y se relaciona con los problemas derivados de la ingesta de alcohol, que acaparan la atención de los servicios de emergencia. El pasado miércoles día 12, esta patrulla acudió hacia las 22:15 horas a la taberna Basoko de la calle San Nicolás. El motivo no era nada habitual.

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Allí se encontraba una mujer con parada cardiorrespiratoria por atragantamiento. En el lugar de los hechos, los efectivos del DYA Navarra realizaron maniobras de reanimación y la trasladaron al Hospital Universitario de Navarra, ubicado en Pamplona. También acudieron miembros de la Policía Foral, la Municipal y el cuerpo de bomberos. 

El jueves día 13, sin embargo, la mujer atendida no superó las secuelas de la parada cardiorrespiratoria y fallecía en el centro médico. Se trata de una vecina de Ansoáin de 45 años. No se han hecho públicos más datos. 

Cuando se produjo el suceso, el revuelo en la calle San Nicolás de Pamplona fue notable. La llegada de varias ambulancias así como de numerosos efectivos policiales obligó a desalojar a una peña sanferminera que hacía su recorrido tras la salida de la plaza de toros y a cortar la calle.

En un primer momento, los sanitarios consiguieron estabilizar a la mujer y ni tan siquiera fue necesario emplear un desfibrilador semiautomático. Después fue trasladada al Hospital Universitario de Navarra, donde estuvo unas horas en vigilancia hasta el fatal desenlace.

Instrucciones para proceder a una reanimación cardiopulmonar

Antes de iniciar la reanimación cardiopulmonar se debe comprobar el estado del individuo en cuestión: conscienciapulso y respiración. Para ello inicialmente se sacude a la persona, comprobando si está consciente o no. Seguidamente, si no hay respuesta, se comprobará el pulso -palpando la arteria carótida, al lado derecho o izquierdo del cuello-, y finalmente se comprobará la respiración posando el oído cercano a la boca del individuo. Si no hay consciencia, pulso ni respiración, es hora de iniciar la reanimación cardiopulmonar.

  1. Valorar la consciencia, pulso y respiración del individuo.
  2. Iniciar las compresiones cardíacas, hasta 30 compresiones, presionando hasta cinco centímetros en el centro del pecho, mientras se intenta llamar a emergencias.
  3. Continuar con las respiraciones boca-a-boca, 2 respiraciones por cada 30 compresiones cardíacas.
  4. Repetir el proceso hasta recibir ayuda o instrucciones del servicio de emergencia vía telefónica.Si la persona vuelve a respirar, se debe colocar en posición lateral o posición de seguridad, comprobando repetidamente que existe una buena respiración, hasta que llegue la ayuda.

Qué no hacer en una reanimación cardiopulmonar

Cuando exista una respiración normal, aunque dificultosa, jamás debe iniciarse una reanimación cardiopulmonar. Por otro lado, si se tienen dudas acerca del pulso cardíaco, se debe avisar directamente a emergencias o bien acudir a un centro sanitario para recibir ayuda. Solo en caso de inconsciencia y falta de respiración deberían iniciarse las maniobras de reanimación.

Finalmente, dado que de forma progresiva se están instalando en diversos puntos del país los llamados DEA o desfibriladores externos automáticos, si existen dos personas para prestar ayuda en la RCP, una de ellas debe iniciar las compresiones mientras que la otra pone ambas pegatinas en el pecho del individuo que se encuentra en parada cardiorrespiratoria.

Estos dispositivos son automáticos y capaces de analizar el ritmo, por lo que en caso de ser necesaria una descarga, el mismo dispositivo avisará de la necesidad de apartarse del individuo en parada y efectuará la descarga si es necesario. El mismo dispositivo indica cómo deben colocarse las pegatinas, por lo que no hay que hacer nada más que seguir las instrucciones.