El insólito caso del hombre que ha vivido una semana con el cadáver de su madre en Monforte (Galicia)

Un vecino de Monforte ha convivido durante una semana con el cuerpo sin vida de su madre al no darse cuenta de que había fallecido. La mujer fue encontrada el pasado viernes día 18, después de que la policía pidiese ayuda a los bomberos para conseguir entrar al domicilio, porque el hijo no les abría la puerta de la vivienda. El hombre, que tiene unos 70 años, sufre una enfermedad mental.

Según informa La Voz de Galicia, la fallecida es Dolores González Casanova, que el día en el que la policía halló su cuerpo habría cumplido 94 años. Era natural de A Pobra do Brollón, donde vivió hasta que hace unos veinte años, tras jubilarse, se mudó a Monforte con su marido y su hijo. Hace años se quedó y desde entonces vivían solos ella y su hijo en el número 20 de la calle Celso Emilio Ferreiro.

La mujer se valía por sí misma, salía de casa con regularidad a hacer la compra y cuidaba de su hijo. Aunque es cierto que en las últimas ocasiones se le pudo ver más fatigada de lo normal, ya que reposaba durante unos minutos en un banco para recobrar fuerzas y poder cargar las pesadas bolsas del supermercado.

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Aún así, su cabeza parecía estar en perfecto estado y la relación con los vecinos era muy cordial. La situación opuesta era la de su hijo, un hombre de 70 años que tenía un comportamiento errático y con arrebatos de agresividad, aunque no hay constancia de que haya protagonizado ningún altercado violento de gravedad. 

Los vecinos fueron clave 

Como cuenta el diario gallego, la primera en darse cuenta de la falta de Dolores fue Sonia, una de sus vecinas, que siempre mantuvo una relación cordial con el hijo de la fallecida. El hombre se dirigió a ella el día 16 para pedirle que fuera a ayudarle a acostar a su madre. Tanto le extrañó que, a la mañana siguiente, llamó a la Policía Local. 

Ese día, los agentes acudieron cuatro veces al domicilio, pero el hijo no abrió la puerta. Al día siguiente volvieron acompañados de la Policía Nacional, de los bomberos y de una ambulancia. El olor en la escalera y el patio de luces era insoportable y ya hacía prever los peores pronósticos.

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En el piso no se encontraron signos de violencia y la autopsia reveló que la mujer había fallecido de muerte natural. El hijo llegó a darse cuenta de que a su madre le pasaba algo, pero no llegó a darse cuenta del trágico final. Encendió un calefactor junto al cuerpo de su madre porque pensaba que tenía frío. 

Dolores fue enterrada el pasado domingo en la estricta intimidad familiar en A Pobra do Brollón y su hijo ha sido ingresado en la unidad psiquiátrica del hospital de Calde, en Lugo.