Antes y después de la reacción alérgica que sufrió Lily Lindsay.

Antes y después de la reacción alérgica que sufrió Lily Lindsay.

Sucesos

La reacción alérgica a carillas dentales que dejó a una joven con 'piel de elefante'

Lily Lindsay, de 30 años, pasó por un profesional de la ortodoncia para una consulta muy común y terminó con una enfermedad grave.

31 agosto, 2023 12:27

En Lily Lindsay se funde la mezcla de sentirse a disgusto con una parte del cuerpo y las consecuencias inesperadas de algo aparentemente inocuo. Esta joven de 29 años residente en el condado escocés de Aberdeenshire no se veía cómoda con tu sonrisa. No le gustaban sus dientes y, para colmo, observaba a diario la belleza deseada en miles de perfiles de TikTok o Instagram. 

Tal vez influenciada por el impacto de las redes sociales y la conveniencia de resolver el problema de manera sencilla, Lindsay finalmente optó por tomar una decisión. Decidió visitar al dentista con la solicitud de colocar carillas dentales, una especie de cobertura parcial diseñada para mejorar la apariencia dental. Esta elección se materializó justo antes de la boda de su mejor amiga, en el mes de agosto de 2022. Aunque la inversión ascendió a unas 1.000 libras (equivalentes a aproximadamente 1.200 euros), las carillas, fabricadas con resina, lograron satisfacer sus expectativas con el resultado obtenido, según lo relatado en el periódico británico The Mirror.

Apenas dos semanas después, sin embargo, empezó a sufrir síntomas "desagradables". Comenzó con una picazón similar a la fiebre del heno, una reacción que se suele dar con el polen: ojos rojos y labios y piel secos. Rápidamente, estos síntomas se extendieron por todo su cuerpo, dejándola con llagas dolorosas. Lindsay lo definía como "piel de elefante".

Imagen de la joven tras la reacción.

Imagen de la joven tras la reacción.

Los efectos aumentaron. Debido a la reacción alérgica y la pérdida de fuerzas, Lindsay se deprimió y se convirtió en una reclusa. "Las fundas me dejaron la piel inmensamente seca y escamosa, como la de un elefante. Ningún médico pudo ayudarme, así que terminé tomando antidepresivos. Me estaba consumiendo por completo", declaraba al periódico mencionado.

Un profesional pensó que podría estar experimentando dermatitis, una forma común de irritación de la piel. Le recetó una crema que normalmente se usa para la rosácea, otro tipo de afectación cutánea. También le aconsejaron que evitara cualquier elemento con un ingrediente llamado 'lauril sulfato de sodio' (SLS), utilizado en pasta de dientes y champú.

Marcas de la piel de Lily Lindsay.

Marcas de la piel de Lily Lindsay.

Lindsay hizo caso y dejó de usar su dentífrico habitual. Comenzó con la crema recetada, aunque no notaba avances. Le advirtieron de que, en realidad, podría tener un eccema y le dieron una pomada con esteroides. La piel de Lindsay se empezó a aclarar, pero los problemas regresaron con fuerza un mes después. Las gruesas manchas rojas cubrieron su rostro y se extendieron por su cuerpo. Las más molestas, en las axilas.

Día a día, comentaba Lindsay, su cara se ponía "un poco más crujiente, con picazón y enrojecida". "Me dolía mucho debajo de los brazos. Ni siquiera podía bajarlos ni ducharme. Sentía mi cara increíblemente caliente, enrojecida y con picazón. Compraba nuevos productos y probé todo tipo de remedios. Simplemente terminé metida en un círculo vicioso que fue inmensamente dañino mentalmente", concluía. 

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Y no fue sólo Lily quien se vio impactada por la reacción: sus allegados también se arrojaron al pozo en el que ella se introducía. "Mi madre vino a visitarme un fin de semana y no soportaba verme así. De hecho, tuvo que irse", rememoraba, "no podía soportar mi aspecto porque me veía muy mal y no podía hacer nada para ayudarme".

También se sintió mal por no involucrarse más en la boda de su amiga. "Me sentí como una mala amiga por no poder pensar en cómo planificar su fiesta o ayudarla en su gran día. No pude hacer mi trabajo, no quería ver a mi novio... No podía molestarme en sentirme así. Estaba tan deprimida por mi apariencia que llegué al punto en que ya no quería estar aquí más. Me sentí como un fracaso", anotaba. 

Imagen de la reacción cutánea de Lily Lindsay.

Imagen de la reacción cutánea de Lily Lindsay.

Finalmente, un dermatólogo privado realizó una prueba para detectar hasta 100 alérgenos diferentes. Ninguno resultó tan grave como la reacción que estaba experimentando. En enero de 2023, la alergia de Lily comenzó a afectar su sistema inmunológico y experimentó mareos, zumbidos en los oídos y puntos negros en la visión. Un análisis de sangre reveló que la inflamación venía de dentro de su organismo y que había comenzado dos semanas después de las carillas.

Así es como Lily terminó volviendo al dentista. El odontólogo "se sorprendió" mucho porque era algo totalmente excepcional. El 4 de abril pudo quitarle las fundas y devolverle el dinero. "Me dijo que cubriría el coste porque claramente estaba sufriendo", alegaba Lily, "estaba muy preocupada de que al limarlos pudiera provocarme un shock anafiláctico, pero afortunadamente todo salió bien". En pocos días, la piel se aclaró y ella pudo ir a la boda perfectamente. A pesar de que semanas antes lo viera imposible.