La cuarta entrega de ‘Sumario Abierto’, el pódcast sobre sucesos de EL ESPAÑOL, se centra de nuevo en El Crimen de la Guardia Urbana, pero para abordar un aspecto en el que no entra la serie de Netflix: ¿cómo es Rosa Peral entre rejas? ¿Es una manipuladora o una persona solitaria que ayuda a las reclusas?
Con respecto a su vida en la cárcel, hay dos versiones –y ambas pueden ser compatibles–. Por un lado, algunas compañeras hablan de ella como una mujer manipuladora, ególatra, malvada, altiva y narcisista, pues le gusta verse en la televisión cuando hablan del Crimen de la Guardia Urbana. Cuentan, también, que durante su estancia en prisión ha tenido relaciones sexuales con funcionarios y con algunas internas. Comentarios que vienen a avalar la teoría de que es una mujer fatal, tal y como la retratan en la serie de Netflix.
Por otro lado, hay compañeras que no mantienen esa tesis. Al contrario, la retratan como una persona solitaria, que no se quiere relacionar con las presas dada su condición de policía; que es buena compañera y que ha ayudado a muchas reclusas. Cuentan, incluso, que en Wad-Ras (Barcelona), la utilizaban en la recepción para recibir a las presas de habla inglesa, pues a ella siempre se le dieron bien los idiomas.
En el pódcast, además, se trata otro aspecto hasta ahora desconocido de Rosa Peral. Mientras ella estaba en prisión preventiva, fue investigada debido a una denuncia que presentó una reclusa. En la mencionada denuncia, se la acusaba de proponer a una presa la contratación de un sicario en la calle para que matara a su exmarido Rubén (Javier en la serie de Netflix). Esto provocó que se abriera una investigación, pero acabó archivándose por falta de pruebas.
Casualmente, Anyuli, la denunciante, era hija de una mujer con antecedentes penales que regentaba un club de alterne en Terrasa. Y, casualmente, en la época de la denuncia, se inauguraba ese local de Terrasa para el que su exmarido, Rubén, había hecho la página web. ¿Casualidad o no? Eso es lo que dilucidamos en este pódcast.