Los tres fallecidos en los accidentes múltiples registrados este jueves en la A-4 a la altura de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) son aficionados del Sevilla FC que viajaban a Madrid para presenciar el partido de cuartos de final de la Copa del Rey que disputa esta noche contra el Atlético de Madrid.



Se trata de un padre y sus dos hijos, todos ellos naturales de Morón de la Frontera (Sevilla), según ha confirmado a EFE el teniente de alcalde del Ayuntamiento de la localidad, Ignacio Cala, quien ha dicho que existe consternación en este pueblo por lo ocurrido.



El Sevilla FC ha emitido un comunicado en las redes sociales en el que lamenta "profundamente" el fallecimiento de los tres aficionados y anuncia que los jugadores portarán brazalete negro, al tiempo que señala que pedirá a la Federación Española de Fútbol que decrete un minuto de silencio por este hecho.





Según han informado fuentes cercanas a la familia, dos de los fallecidos son Antonio G.C, de 49 años, y su hijo, Antonio G.M, de 17, ambos muy conocidos en el pueblo por su vinculación con la Hermandad del Nazareno de Morón de la Frontera, de la que el padre ha sido capataz. El otro fallecido es su otro hijo. 



El accidente se produjo a la altura de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), en una zona de niebla muy densa, y que ha provocado el corte de la autovía en ambos sentidos.



El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Morón ha dicho a EFE que el alcalde de la localidad, Juan Manuel Rodríguez, se encuentra especialmente afectado por este suceso debido a la "cercanía" a la familia de los fallecidos, y ha tenido que regresar al pueblo desde Madrid, donde asistía a Fitur.



El Sevilla FC ha señalado en su mensaje que desea estar con los familiares y allegados "en estos difíciles momentos", mientras que el CD Morón tiene un lazo negro en la foto de perfil de sus cuentas en las redes sociales.