Una mujer española ha muerto en un hospital privado de Estambul después de realizarse una cirugía estética. Después de la operación permaneció ingresada, pero ha acabado muriendo este miércoles 7 de agosto, según informa la agencia turca Anadalou.
La mujer, de 42 años y madre de dos hijas, que vivía en la Comunidad de Madrid, se sometió a una operación estética el pasado 2 de agosto, según Anadolu, mientras que otros medios turcos aseguran que fue el 5 de agosto.
Al día siguiente de la operación, la paciente sufrió dificultades respiratorias y permaneció ingresada, pero falleció de una parada cardíaca, según la prensa.
La Fiscalía turca ha abierto un caso de "homicidio por negligencia" y ha detenido al médico que operó a la española, aunque finalmente quedó en libertad con cargos, mientras sigue la investigación.
Turquía, con un avanzado desarrollo tecnológico en Medicina y precios muy competitivos, es un popular destino de turismo sanitario, con una amplia oferta, desde operaciones estéticas e implantes de cabello a procedimientos de fertilización in vitro.
El Ministerio de Sanidad otorga certificados de licencia para el 'Turismo Sanitario' y muchos hospitales públicos, además de los privados, cuentan con una unidad de intervenciones estéticas.
La prensa turca recoge con frecuencia casos de complicaciones ocurridas en clínicas ilegales que funcionan sin los controles preceptivos, pero también varios hospitales aprobados por el Ministerio se han visto envueltos en polémicas.
En marzo del año pasado, un escándalo sacudió a la opinión pública turca al denunciarse la intoxicación de 250 pacientes, la mayoría extranjeros, tras someterse a intervenciones de inyección de botulina en el estómago como parte de una terapia para adelgazar.
Los hospitales implicados tenían los certificados en regla, pero expertos turcos sospechan que se proveían de botox en el mercado negro para satisfacer una demanda por encima del límite autorizado por el Gobierno.