Joaquín Sabina ha sido el encargado de crear la imagen con la que se anunciará la próxima Feria de Olivenza, que celebra este año su 27 aniversario del 3 al 5 de marzo. El diseño se ha presentado este jueves en Fitur, en el stand de Extremadura, por la empresa Ruedo de Olivenza, representada por José Cutiño, perteneciente a la Fusión Internacional por la Tauromaquia, entidad que sufrió temprano la baja del francés Simón Casas y ahora mantiene unidos sólo al español y Bailleres, mexicano, en el centro de la ventisca provocada por la llegada del multimillonario.
La faceta de artista de Sabina fue descubierta, extraída de la intimidad, por la editorial Planeta hace algunos años con Sabina, muy personal, un libro que recogía algunos de sus dibujos e ilustraciones. Esta imagen recuerda a aquella antología. En una composición alegre, Sabina representa a un picador en el centro del ruedo a través de trazos simples con rotuladores: el albero aparece cubierto con la celebrada técnica del puntillismo. Al fondo aparecen muy coloridos “tendidos llenos”, ha descrito la propia empresa en un comunicado como subrayándolo, quizá en un mensaje subliminal, un ‘7’ señala el número de tendido, y debajo, escritos a mano, en un rectángulo distinto, sobre fondo blanco que tapa los pies del picador, los nombres de varios intelectuales, poetas, cineastas, escritores y una actriz relacionados con la tauromaquia.
“Son los nombres de numerosos artistas que a lo largo de la historia han defendido la tauromaquia”, ha señalado la empresa. Esto es un recurso tan gastado que ya ni siquiera llama la atención, colorea en sepia la creación. Además, no todos son artistas. La selección es la de siempre: Picasso, Goya, Alberti, García Lorca. Hablando de ellos se perdió Barcelona. Pero hay sorpresas en esta convocatoria. Ha entrado Ava Gardner, hasta ahora mito en las conversaciones de aficionados por las anécdotas de sus noches toreras en Madrid y los tesoros de las fotografías con Dominguín, convirtiéndola oficialmente en tópico, enhorabuena. Y sorprende la presencia de Chaves Nogales, que ni es “artista” ni “ha defendido la tauromaquia”: el periodista sevillano no declaró nunca ser aficionado. Utilizó su obra, Juan Belmonte, matador de toros, recuperada, guardada y divulgada por los taurófilos, para acercarse a la sociedad de su época y explorar una biografía excepcional. Su afán fue describir desde una posición intermedia, liberal. Nada más. Después de lo que sufrió por mantenerla ante la demolición de su alrededor, intelectual y física, es irónico que el mayor reconocimiento público que reciba el cronista, director de periódico y escritor exiliado y enterrado en una tumba anónima en Londres, sea entrar en una lista dentro de un cartel que anuncia algo por lo que nunca se sintió especialmente atraído. Cierra la selección Albert Boadella, pasando por Hemmingway y Vargas Llosa, Orson Welles y García Márquez o Botero y Barceló. ¿No están demasiado barajados estos nombres, esa intención? La lista debería ser interminable. Encajarla así levanta sospechas.
Ruedos de Olivenza insiste en la manoseada simbología del metacartel, al que la firma de Sabina le da carácter. “Poetas, dramaturgos, cantantes, pintores, filósofos, escultores han encontrado en el mundo del toro inspiración”. “Ese será”, continua, “el hilo conductor de la campaña Feria de Olivenza”, rematado por el eslogan ‘Una feria con arte’: “Olivenza ha sido visitada por muchos artistas e intelectuales contemporáneos”, agotan. Eso, en realidad, significa poco. La idea era buena hace 10 años. Incluso la bala de Sabina.
En el mismo acto también se dio a conocer el proyecto ‘Olivenza, capital del toro’, que “tiene como objetivo fomentar turística y culturalmente la figura del toro dando a conocer sus facetas social y económica, didáctica, ecológica…” con la presencia, además del empresario taurino, de José Luis Navarro, Consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura, Lorenzo Molina, diputado de Turismo en la Diputación de Badajoz y el alcalde de Olivenza Manuel Andrade. La innovación de siempre.