El Ministerio de Cultura anula la alternativa de El Roque: “Pagó para falsificar un certificado en México y Perú”
- La suspensión es cautelar "hasta que certique las novilladas que le faltan para tomar la alternativa".
- El proceso se ha desencadenado después de que la Unión de Toreros recibiera la denuncia de algunos compañeros que sospechaban del novillero salmantino.
- Supuestamente "habría pagado 6.000 euros y su estrategia era obtener un certificado de pueblos mexicanos y peruanos difíciles de investigar".
El Ministerio de Cultura ha anulado cautelarmente el permiso que permitía tomar la alternativa a El Roque, el mote del novillero salmantino Jesús Gómez Hoyos, prevista para el próximo sábado 6 de octubre en un festejo mixto con la rejoneadora Ana Rita y el veterano matador de toros Sánchez Vara.
La resolución la ha obtenido Íñigo Fraile, el abogado de la Unión de Toreros. “Hemos investigado y, efectivamente, no cumplía los requisitos”. El ministerio de Cultura insiste en que El Roque "acredite las novilladas que le faltan".
A la Unión llegaron denuncias de algunos compañeros de El Roque, que no se creían que hubiera completado las 25 novilladas necesarias para ser matador de toros. De hecho, sumando sus festejos desde 2012, año en el que debutó con picadores, en el escalafón que publica Mundotoro.com, sólo habría toreado 12, según ha podido comprobar este diario. Según La gaceta de Salamanca serían 13.
“La alternativa ahora la tiene que paralizar el funcionario correspondiente. La certificación que presentó El Roque para hacer efectivo el cambio de escalafón ha quedado anulada y es como si no existiera”, explica Fraile. “La Administración no puede autorizar la participación de un novillero en una corrida de toros, sería prevaricar, no creo que ningún funcionario se arriesgue”.
"Los documentos son manifiestamente falsos"
El artículo 4 del reglamento taurino nacional establece que “para poder inscribirse en la Sección 1 [matadores de toros], el interesado habrá de acreditar su intervención en veinticinco novilladas picadas y adquirir la categoría de matador de toros conforme lo dispuesto en el presente artículo”.
“Necesitan justificar de manera suficiente la participación en 25 novilladas picadas. Con una relación pormenorizada de la seguridad social de los festejos o cualquier otro tipo de prueba”, añade Fraile. “Ya no hace falta llevar los 25 boletines al ministerio”, en realidad existe la posibilidad de cambiar de categoría profesional de forma telemática.
Íñigo Fraile sospecha que El Roque podría haber pagado para obtener un certificado falso. “Hay un documento o dos claramente falsos: certificados expedidos en Perú y México manifiestamente falsos. Creo que ha pagado un dinero importante a alguien para que se los consiga”. Tampoco aparece en la lista de novilleros que han toreado en México en los últimos seis años.
Vacaciones en América, nada sospechoso
“Es el primer caso de este tipo que encontramos”, añade el abogado. Un profesional que prefiere no hacer público su nombre por temor a represalias cuenta a EL ESPAÑOL que El Roque tomó la decisión de pagar para obtener certificados falsos después de que a otros “les saliera bien”. “Nadie va a investigar nada, el toreo está podrido. Si lo hace todo el mundo, ¿por qué no lo voy a hacer yo?”, dijo El Roque durante el transcurso de una comida “en septiembre del año pasado”, según la fuente consultada por este diario.
Supuestamente el procedimiento fue este: “El Roque contactó con El Triste, un hombre en México que ayuda a los toreros a obtener las visas de trabajo, porque quería pagar para conseguir torear unas cuantas novilladas allí, pero a las dos semanas se presentó en Salamanca con todo arreglado. Él contaba que había adelantado el dinero. Cerca de 6.000 euros pagó. Primero, se lo mandaron al correo electrónico y al mes y medio o así le llegó la carta con todos los papeles que acreditaban que había toreado las novilladas que le hacían falta para tomar la alternativa”, cuenta la misma fuente, una de las personas enteradas de los movimientos que inició El Roque “después de la Feria de Salamanca” de 2017. “Lo iba contando”.
El Roque confiaba plenamente en El Triste. “Ya me he orientado. Es una persona que le hace los papeles a los toreros, no es un chalado ni estafador”, comentaba el novillero después de haber adelantado el dinero, siempre según la fuente consultada por EL ESPAÑOL. Su estrategia era obtener el certificado de “ferias discretas, en pueblos que no salgan ni en Internet” tanto en Perú como en México. “Luego, presentó los papeles”, recuerda este profesional anónimo, “y comenzó a llamar profesionales para que fuesen con él a la alternativa: ‘Me he gastado un dinero, tomo la alternativa y a ver si funciono’, decía”.
El Roque veía sencillo engañar a la gente para no levantar sospechas durante el tiempo que supuestamente iba a estar toreando al otro lado del Atlántico. “Su intención era coger vacaciones durante un mes y a la vuelta decir que había estado haciendo campaña en México”, aclara la misma fuente.
"No conozco a El Roque, señor"
El Triste, el contacto de los toreros en México, se llama en realidad Manuel del Prado. Consultado por este diario dice no conocer a El Roque. “No conozco a ese novillero. ¿Cómo dices que se llama? Por aquí pasa todo el toreo, señor. Es difícil recordar algunos nombres”.
La labor de El Triste, según él, es la de hacer “los trámites migratorios” para los profesionales que van a México a torear. “Les llevo la visa [de trabajo] a todos los toreros, novilleros, mozos de espadas o banderilleros, ya sean peruanos, ecuatorianos, franceses, españoles o portugueses. Desde José Tomás al novillero más modesto. A eso me dedico yo”.
Manuel del Prado fue también novillero. Hace de intermediario entre los profesionales que actúan en México y la asociación de toreros mexicana. “Antes de enviarles la visa, primero tienen que pagar su inscripción en la asociación”. Esta organización se encarga de cubrir los gastos del seguro médico si algún torero cae herido. “No es como en España. Una vez se inscriban, yo les envío la visa para que puedan viajar”. A veces con ese certificado de la asociación mexicana, conseguido por El Triste, el matador acude a la embajada de México en Madrid para obtener la visa de trabajo.
El Triste cobra por este servicio entre “2.000 y 3.000 pesos” –entre 92 y 138 euros– “y si se le hace a toda la cuadrilla entre 5.500 o 6.000 pesos” que al cambio son más de 250 euros. ¿Conoce a alguien que haya falsificado el certificado de sus actuaciones en México o ha ayudado a obtener un certificado falso? “No le entiendo, señor. Nunca me han pedido eso”, dice El Triste.
"Albañil, bohemio y místico"
El Roque empezó en la Escuela Taurina de Salamanca. Este diario no ha podido hablar con su director, José Ignacio Sánchez. “Salió como si fuera un torero de otra época. Formó una revolución en Francia, se entregaron con él. Luego, toreó en Salamanca y salió a hombros en su debut. Volvió a torear en la capital y hasta ahí”, explica el periodista Javier Lorenzo, responsable de la sección taurina de La gaceta de Salamanca, que lo describe como “místico, bohemio”.
El Roque trabaja de “albañil en la empresa de su padre, una constructora pequeña que hace encargos por los pueblos de la zona”, explica la fuente anónima cercana al novillero que ya no podrá tomar la alternativa. “Conoció a unos banderilleros de la zona de Extremadura. Como vieron que tenía dinero lo convencieron para ir pagando por los sitios para poder torear”. Aunque estuvo en la escuela taurina de Salamanca, “entrena por su cuenta y no mantiene relación ni siquiera con los banderilleros de aquí”.
Después de cuatro llamadas y un mensaje a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, este diario no ha podido contactar con El Roque.