El matador de toros Antonio Ferrera ha sido rescatado este martes del río Guadiana. A primera hora de la mañana varios efectivos de emergencias lo han recogido del agua con signos de hipotermia y afectado por un ataque de ansiedad. Después, ha sido trasladado al Hospital Universitario de Badajoz, donde ha sido ingresado.
Según ha adelantado El Mundo, la caída podría no haber sido accidental. Su estado es estable y no corre peligro. Los bomberos sacaron al torero extremeño de una zona profunda del Guadiana, bajo el Puente de la Autonomía, plemamente consciente.
El Tato, una de las personas más cercanas a Ferrera, fue su apoderado desde 2011 a 2015, no ha querido hacer declaraciones a este diario. "No soy quien para hablar", ha dicho. El matador de toros retirado estuvo a su lado cuando el extremeño optó por retirarse tras el percance de Muro.
Ferrera volvió totalmente recuperado en 2017 en Olivenza. Después de pasar casi dos años fuera de los ruedos, su tauromaquia cambió. Se ha especulado mucho sobre los motivos que le llevaron a retirarse. Oficialmente, la culpa la tuvo una lesión en el brazo. Desde entonces, se han señalado como causantes posibles problemas sicológicos, que han recobrado fuerza después de conocer el suceso de este lunes. Ferrera podría haberse arrojado voluntariamente al Guadiana.
Aún se desconoce si podrá hacer el paseíllo en la Feria de San Isidro, donde está anunciado tres tardes, el 1 de junio para lidiar la corrida de Zalduendo, el 6 de junio con la de El Puerto de San Lorenzo y el 8 de junio con Alcurrucén.