Antonio Ferrera le ha cortado una oreja a 'Pobrecito', un gran toro de Victorino que ha hecho honor a 'Cobradiezmos', su padre y que fue indultado en este mismo albero hace seis años. Miguel Ángel Perera ha sido ovacionado en el sexto, en el que fue prendido por la espalda, pero la faena no terminó de romper.
Hasta que salió por la puerta de chiqueros 'Pobrecito' el mano a mano en el que la empresa dejó el festejo de hoy, tras la caída de Emilio de Justo lesionado en Madrid, iba camino del desolladero. Los cuatros primeros toros pisaron el albero de Sevilla sin pena ni gloria.
Pero 'Pobrecito', con mucha clase, honró de nuevo la casa de Victorino Martín. Ferrera se metió en su mundo, desconocido para el resto, con el que hubo momentos en el que se abandonó al natural al ralentí olvidándose del cuerpo.
También lo hizo por el lado derecho sin ayuda, dejando un muletazo interminable al que siguió otra serie diestra excelente. Antes había dejado una decena de verónicas que calentaron el ambiente hasta llevárselo a los medios con un capote de color azul con el que quiso visualizar el autismo y también la calidad del toro. Brindó a Joaquín el del Betis, al que le dio el honor de pisar el sagrado albero maestrante, cosa que no hacen muchos toreros cuando se les brinda un toro.
Mató citando desde muy lejos, pinchó y salió prendido. Mató a la segunda con una estocada efectiva. Hubo gran petición que el palco dejó en un solo premio.
El sexto se movió más que sus dos anteriores y logró hilvanar una faena ligada por los dos pitones. Hizo un gran esfuerzo, pero la cosa no rompió hacia adelante. La cosa se vino más abajo cuando, tras un descuido y pisarle el engaño, le prendió por la espalda de manera muy fea.
El extremeño pasó a la enfermería para ser atendido de una cornada en región dorso lumbar izquierda de dos trayectorias de 6 y 8 centímetros. Tuvo suerte teniendo en cuenta como fue la voltereta.