La tercera corrida de la feria de la Albahaca de Huesca quedó marcada desde el primer momento con la grave cornada sufrida por Manuel Díaz, El Cordobés; fue el suceso de una tarde en la que El Fandi y el mexicano Joselito Adame pusieron todo de su parte para justificarse ante una muy deslucida corrida de Salvador Domecq.
Los festivos tendidos turolenses enmudecieron de golpe cuando, nada más empezar la tarde, el primer toro cogía de lleno a El Cordobés antes, incluso, de pegarle el primer capotazo. El animal hizo por él, encunándole contra las tablas. Se olía la gravedad de la cornada, que después se confirmó desde la enfermería: 20 centímetros en la ingle y un dedo de la mano izquierda hecho trizas.
En un primer momento, ha sido intervenido en la enfermería de la plaza de "una cornada en el triángulo de Scarpa derecho, con un trayecto superior externo y otro inferior interno de 20 centímetros, de pronóstico grave", según el parte del doctor Enrique Crespo.
También sufre "una herida contusa en el segundo dedo de la mano izquierda con una fractura conminuta (en la que el hueso de rompe en dos o más fragmentos) de la falange media, con severo traumatismo en partes blandas y lesión también en la arteria colateral radial y de la polea A2".
El Cordobés ha sido trasladado al hospital San Jorge de Huesca.
Tras la cogida, se ha hecho cargo del astado El Fandi, que calentó nuevamente los tendidos con su habitual espectáculo en banderillas. Pero poco duró el fervor, pues el de Salvador Domecq, sin fuerzas alguna, imposibilitó cualquier atisbo de lucimiento en el último tercio.