Una sentencia de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia obliga al Ministerio de Defensa a reconocer como de origen profesional la baja de un cabo de la base General Morillo de Figueirido (Pontevedra) cuya pareja fue acosada sexualmente por un superior. Según los magistrados, el cuadro psicólogico que el hombre presenta es derivado de un "acoso vicario".
Tras denegárselo Defensa, el soldado acudió al citado tribunal para solicitar el cambio de su baja de contingencias comunes a contingencias profesionales. Buscaba que se reconociese, a nivel administrativo y oficial, que la baja laboral en la que se encuentra, derivada de un cuadro "de estrés postraumático", tiene como origen la situación de acoso sexual de su pareja. Todo lo anterior, sumado al hecho de tener que ver en su puesto de trabajo al superior común que fue condenado por ello y su derivación a otro puesto "vacío de contenido".
En el mismo auto figura que la pareja del cabo sufrió acoso sexual por parte de un superior, unos hechos respaldados por una sentencia judicial y por los que ella permanece de baja. No obstante y tal y como recoge Europa Press, el soldado se veía obligado a evitar activamente cruzarse con el condenado, también su superior, en la base en la que ambos trabajan.
El cabo también denunció que había sido derivado a un puesto "inexistente" y "vacío de funciones". Su cometido era, en este sentido, "abrir y cerrar" las aulas necesarias para los cursos, tarea que el tribunal consideró "ficticia" e "innecesaria". Además, el denunciante debía encontrarse a diario con el brigada denunciado.
La "presión y humillación que debía soportar" el soldado, apunta, así "como el sentimiento de injusticia, impotencia y rabia por las acciones y reacciones adoptadas por el mando que, sin embargo, debía de protegerlo" causó "un agravamiento que generó un cuadro psiquiátrico que causó la baja laboral", recoge el auto.
En sus conclusiones, el TSXG considera probado que la situación vivida por su pareja "afectó al demandante" y fue determinante en la baja laboral, pudiendo hablarse "de un acoso vicario", por lo que reconoce este cambio a un origen profesional de su dolencia.