La bodega Mar de Frades, situada en el municipio pontevedrés de Meis, ha dado un nuevo paso en su compromiso con la fabricación sostenible de vino con la creación del programa conscious. Con la idea de comprometerse con el presente y las futuras generaciones, que se enfrentan a una crisis medioambiental sin precedentes, esta empresa gallega comenzará a aplicar cambios en su forma de producir para reducir al máximo la contaminación de cada proceso y fomentar una producción consciente.
La directora técnica de Mar de Frades habla de "un camino ineludible" guiado por la sostenibilidad, por lo que continúan avanzando poco a poco en este recorrido. "En 2021, ya hemos logrado algunos hitos como la obtención del certificado vegano en nuestros vinos y la entrada en Wineries for Climate Protection", la única certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental.
El cambio climático, del que se habla desde hace décadas, se ha ido acelerando en los últimos años a causa de la actividad humana. Revistas especializadas como Ocean Science hablan de que el nivel del mar ha duplicado las previsiones en veinticinco años. Asimismo, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), asegura que el consumo de pescado ha aumentado en un 43% desde 1980 y que acabaremos por sobreexplotar y extinguir todas las especies a mediados de siglo.
La identidad de Galicia, sus viñedos, sus ríos y su mar empapan a esta marca de "vino atlántico", que ha ido avanzando en consciencia y, consecuentemente, en implementación de procesos de producción que requieren un menor gasto de agua y de energía. Asimismo, con el objetivo de llegar al ‘residuo cero’ en 2023, también están tratando de reducir el peso de las botellas actuales y, por supuesto, del uso de plásticos en la factoría.
Programa conscious
Mar de Frades, como muchas otras empresas viticultoras, ha visto afectada su producción por la notable inestabilidad que sufre Galicia en los últimos años. "Los inviernos más templados acompañados de fuertes lluvias y las temperaturas mínimas más altas permiten cualquier brote pequeño de hongo. Los veranos más calurosos combinados con los suelos franco-arenosos de la zona, que no retienen el agua, provocan un estrés hídrico en la planta", explica Mónica Chaves, Responsable de Viticultura de Mar de Frades.
Por eso, esta bodega ha decidido implantar soluciones urgentes que resuelvan la crisis del cambio climático, la de la biodiversidad y la crisis de la contaminación y deshechos. Han desarrollado una serie de mecanismos a instaurar a corto o medio plazo con los que combatir estas crisis y concienciar también al entorno de la necesidad de aplicarlos.
El primero de los pilares de este programa conscious se compone de varios cambios en el modo de cultivar, es decir, cambios efectuados en el viñedo. Se ha implantado el uso de fertilizantes naturales, como el proveniente de compostaje o de las ovejas que también se emplean como método de "limpieza" de las hileras del viñedo gracias al pastoreo.
Con el fin de controlar biológicamente las plagas, se han instalado cubiertas vegetales que mantienen "a raya" a las especies exóticas invasoras. Asimismo, en pro del cuidado de la biodiversidad, Mar de Frades se dedica también al cultivo y cuidado de camelias con el fin de preservar la especie.
El último de los cambios llevados a cabo en el viñedo consiste en la reducción del uso de fitosanitarios: la bodega utiliza modelizaciones de botritis, mildiu y oidio (enfermedades propias de la vid) que, junto a las estaciones meteorológicas, permiten predecir cuándo se va a desarrollar alguna de las enfermedades. Así, se evitan tratamientos sistemáticos y se emplean únicamente donde se ha comenzado a desarrollar el problema.
En cuanto a la certificación Wineries for Climate Protection, implica el cumplimiento de una serie de criterios a cumplir como bodega sostenible: reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero, gestión del agua, reducción de residuos y eficiencia energética y energías renovables. El objetivo de Mar de Frades es, para 2023, haber reducido un 20% el consumo de agua, emisión de gases, el consumo eléctrico y alcanzar el residuo cero.
La compañía, asimismo, está trabajando para reducir el peso de su botella de vidrio, lo que supondrá la reducción de un 16% de las 93 toneladas que se utilizan al año. Esto implica la reducción de 47 toneladas de CO2 que se utilizan para la fabricación de estas botellas, lo que se suma a la eliminación de las etiquetas de plástico y su reemplazo por etiquetas de papel en todos los productos de la bodega.
Todas estas propuestas reúnen un concepto claro y firme: la generación del mínimo impacto posible en el planeta y el cuidado del medioambiente como requisito indispensable para llevar a cabo su actividad.