Desde el pasado mes de diciembre, ha comenzado en Galicia la temporada de focas, que se extenderá hasta febrero. Desde la ONG Cemma, la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños, han informado de la llegada del primer cachorro de foca gris a las costas gallegas y que necesita atención: se llama ‘Max’ y ha aparecido en Baiona.
Tras observarla durante unas horas para valorar su estado, se ha decidido trasladarla a las instalaciones de recuperación de la ONG. ‘Max’ ha llegado, como casi todas estas focas grises, deshidratada y con un cansancio extremo, ya que son crías de pocos meses e inexpertas que proceden de las colonias del norte de Europa, sobre todo de las islas Británicas. Desde el Cemma aclaran que llegan pesando solo la mitad de lo que pesaban hace unas semanas, cuando las destetan sus madres; de hecho, los "michelines" que se pueden apreciar en la imagen de ‘Max’ son la piel que le sobra y que llegó a estar llena de carne.
Desde la Coordinadora informan que estos cachorros terminan varados en las playas para descansar o pasar la noche y recomiendan no acercarse, para evitar molestar al mamífero y que no tenga que malgastar fuerzas en alejarse de nosotros, una distancia que también hay que mantener debido a que puede mostrar una actitud agresiva; en caso de ir acompañado de un perro, atarlo y evitar que se acerque o ataque; no bloquear a la foca el acceso hacia el mar; y mantener silencio, ya que el alboroto le puede provocar que se ponga en estado de alerta.
En caso de encontrar uno de estos ejemplares en la playa, lo recomendable es avisar cuanto antes al 112 o ponerse en contacto con el Cemma en el 686989008.