VIGO, 10 Mar. (EUROPA PRESS) –

Familiares de los marineros fallecidos en el naufragio del pesquero gallego Villa de Pitanxo, que se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros al este de Terranova (Canadá), creen que el Gobierno "les da largas" sobre la reanudación de la búsqueda de los cuerpos: "No los vamos a dar por perdidos".

Así, según algunos familiares con los que ha podido hablar Europa Press, la búsqueda está "paralizada", por lo que creen que el Gobierno les está "dando largas", ya que desde que se les informó de que habría un robot de una compañía con sede en Vigo que podría bajar al barco (pero sin entrar en su interior), no han tenido más noticias.

Tras reunirse varios de los familiares este miércoles, han constatado la sensación generalizada de que la búsqueda de alternativas se está frenando, ya que detrás hay muchos "intereses económicos".

Además, han asegurado que la Administración está "evadiendo" responder a algunas de las preguntas que les realizan las familias. En este sentido, han asegurado que se envió un documento con hasta ocho puntos, con preguntas, dudas o sugerencias y solo se le ha contestado a cinco de ellos, omitiendo los tres restantes.

"Sabemos que es complicado tanto en lo técnico como en lo económico y que la situación del mundo en general está peor que nunca, pero sabemos que se puede hacer. Que nos digan que sí o que no, pero que no nos estén vacilando porque tenemos a nuestros familiares allí dentro", ha reivindicado Kevin González, hijo del oficial de máquinas del ‘Villa de Pitanxo’.

Asimismo, han mostrado su "preocupación" porque "no tienen noticias de nada", ni del robot del que se les habló ni de otras alternativas y todavía hay 12 cuerpos que no han sido localizados.

Investigación en la Audiencia Nacional

En la reunión de este miércoles, los familiares han analizado también cómo personarse en la causa en el caso de que Fiscalía informe de que la Audiencia Nacional tiene competencia para iniciar una investigación sobre el hundimiento del pesquero.

A juicio de las familias, consideran que una "negligencia" pudo haber causado el naufragio, por lo que analizan cómo personarse ya sea por lo penal o por lo laboral, debido a que se encontraron también restos de Covid-19 en los fallecidos, por lo que podrían haber estado trabajando pese a estar enfermos.

Por todo ello, los familiares tratan de buscar un abogado que los pueda representar en caso de que la Audiencia Nacional investigue lo ocurrido. Fuentes jurídicas han informado a Europa Press que el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 será el encargado de dilucidar –si así lo avala el Ministerio Público– si existe responsabilidad penal en el naufragio del pesquero con base en el puerto de Marín (Pontevedra), en el que fallecieron nueve tripulantes. 12 permanecen desaparecidos y, tras el accidente, hubo tres supervivientes.

Todo esto después de que se detectasen contradicciones entre los testimonios de los supervivientes a la tragedia. Según la información adelantada por ‘El Debate’, la declaración recabada por el Instituto Armado del tripulante Samuel Kwesi contradice el relato de los otros dos supervivientes, el patrón del pesquero, Juan Padín, y su sobrino Eduardo Rial. Kwesi habría sostenido que los marineros habían pedido al patrón del barco un arriado de cables que podría haber estabilizado el buque y evitar el naufragio.

A finales de febrero, los tres supervivientes declararon en Vigo ante la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), órgano dependiente del Ministerio de Transportes que deberá emitir un informe sobre el siniestro en el plazo máximo de un año.

Esta comisión comenzó con sus pesquisas tras el naufragio en una primera fase en la que formó un equipo de investigadores y recabó "evidencias documentales y electrónicas" sobre el buque, su tripulación y su viaje.

Para ello recopiló certificados del buque, proyecto de construcción, reformas, listas de tripulantes, titulaciones y certificados de los tripulantes, registros electrónicos de los sistemas de localización del buque (caja azul de pesca y registros del Sistema de Identificación Automática), previsiones meteorológicas, radiocomunicaciones y señales de emergencia.

La investigación de la Ciaim (independiente de la abierta por la Audiencia Nacional) entró en su segunda fase, que pasa por entrevistas a la tripulación superviviente, que llegó a Santiago en la madrugada del 21 al 22 de febrero en un vuelo procedente de Terranova. También fueron entrevistados los familiares de los desaparecidos, que prestaron declaración el viernes.

El grupo Nores, armadora del Villa de Pitanxo, informó hace unos días de que, "conforme a lo trasladado por el patrón", Juan Padín (uno de los tres supervivientes del naufragio), "el accidente se produjo durante la maniobra de virada del aparejo".

Con base en este relato, el pesquero se hundió "de forma muy rápida" por los golpes de mar que lo escoraron, después de sufrir una parada en el motor principal durante una maniobra de virada del aparejo.