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Piden la nulidad del despido de una viguesa acosada laboralmente después de su embarazo

El Tribunal Supremo reconoció en 2019 que había sufrido acoso laboral durante varios años. Ahora, tras finalizar el periodo de reducción de jornada por cuidado de menores la compañía le ha notificado un despido disciplinario

26 abril, 2022 19:39

VIGO, 26 Abr. (EUROPA PRESS) –

Una trabajadora viguesa que fue acosada laboralmente después de quedarse embaraza ha sido despedida el pasado mes de marzo cuando su hijo cumplió 12 años, fecha en la cual ya no puede seguir disfrutando de una reducción de jornada.

Así, según han informado fuentes de la CIG a Europa Press, se ha presentado una demanda ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) reclamando la nulidad del despido, ya que la trabajadora había ganado en 2019 una denuncia de acoso laboral y, tras acabar la reducción de jornada este año, la han despedido.

Según explicó la propia afectada, todo comenzó cuando le comunicó a su jefe que estaba embarazada de su primera hija. "Lo primero que me dijo fue: Bueno, tú conoces tus responsabilidades y yo las mías", aseguró la mujer, según recoge la CIG.

Pese a que, según ella, el acoso comenzó con el primer embarazo, se agravaría dos años después cuando decide ser madre por segunda vez y optaron por cambiarle el horario y obligarle a hacer las cinco horas de reducción de jornada de forma partida.

"Para mí era imposible, porque precisamente cogí la reducción para trabajar solo de mañana y poder atender a mis hijos por la tarde. No me daba tiempo a comer ni a cuidarlos, por lo que acabé con un estrés enorme y con ataques de ansiedad y tuve que coger la baja", lamentó.

"Tuve que aguantar de todo"

En este sentido, aseguró que desde que se quedó embarazada por primera vez tuvo que aguantar "de todo" por parte de la empresa. Por ejemplo, según relató, cuando volvió de su baja de maternidad la persona que la sustituía se quedó en su puesto y ella fue enviada a un cuarto que antes se utilizaba como almacén "en el que colocaron una mesa, el ordenador más viejo de la empresa y un teléfono portátil que dejaban o quitaban dependiendo de si hacía falta o no". Incluso le llegaron a proponer que dejase la empresa de forma voluntaria.

Así, en 2019 el Tribunal Supremo confirmó la multa impuesta por la Inspección de Trabajo a la empresa en la que trabajaba de 20.000 euros, reconociendo el acoso laboral vivido entre los años 2008 y 2010, pese a que ella asegura que la situación continuó más de diez años "de forma más relajada, aunque no cambió sustancialmente".

Sin embargo, pese a esta resolución, el pasado 10 de marzo recibió la notificación de despido disciplinario con efectos para ese mismo día. Ella niega haber incumplido cualquiera de sus obligaciones contractuales.

Por todo ello, la CIG ha anunciado que llevará a cabo este jueves, día 28 de abril, una concentración delante de la sede del SMAC de Vigo a las 11,45 horas en protesta de la acción de la empresa.