La llegada de Juan Carlos I a Galicia se hizo realidad este mismo jueves en el Aeropuerto de Peinador, en Vigo, donde se había previsto que aterrizara su avión privado. Una vez en tierra, el emérito se ha trasladado hasta el muncipio sanxenxino ―lugar en el que lleva años pernoctando― para instalarse durante todo el fin de semana, junto a su hija la infanta Elena, en la casa de su amigo Pedro Campos, empresario y presidente del Real Club Náutico.  

La capital turística de las Rías Baixas también fue el destino elegido por Juan Carlos I para pasar sus últimos días en 2020, antes de establecer su residencia habitual en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos. Su regreso este fin de semana a Sanxenxo coincide con la celebración del IV Circuito Copa de España clase 6mR en aguas de la ría de Pontevedra, modalidad en la que compite El Bribón (del armador catalán Josep Cusí, también íntimo de Juan Carlos) y en la cual es probable que el rey emérito asista como espectador, o incluso participante "si se anima".

La vela, la gran pasión de Juan Carlos I

El rey emérito don Juan Carlos en el Real Club Náutico de Sanxenxo junto al alcalde de la localidad, Telmo Martín, en una imagen de archivo. Maria Muina by Sailingshots.es

A principios de esta semana el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, confirmaba lo que hasta entonces era un secreto a voces: el rey emérito elegía el municipio gallego como primera escala en su retorno a España. "El rey Juan Carlos estará aquí este fin de semana entre nosotros", anunciaba el regidor. "Vamos a poder transmitirle el cariño que sentimos por él", continuaba. Desde la salida de Juan Carlos I fuera de España, la localidad sanxenxina ha estado siempre en el punto de mira en el contexto de su posible vuelta ―cuyo supuesto se constata― , e incluso han sido muchas las teorías que han querido situarlo previamente en este rincón de las Rías Baixas, como el último hilo viral de Twitter de una vecina de la localidad hace tan sólo unas semanas.

Entonces, ¿qué tiene este municipio para que el rey emérito lo haya escogido para pernoctar después de meses fuera del país? Más allá de la evidente riqueza de Sanxenxo como destino turístico, la profunda pasión de Juan Carlos por la vela y sus amistades son, sin lugar a dudas, las razones principales. De hecho, el periodista Fernando Ónega ―quien dio a conocer la primicia de su vuelta― informaba en radio de que la intención del que fuera Rey de España sería la de regresar de nuevo a Sanxenxo durante el mes de junio, coincidiendo con las próximas regatas de la clase 6 metros en el Xacobeo 6mR Worlds. 

Juan Carlos I junto al timón del Bribón. Foto: El Español (Gtres)

El romance del rey emérito con Sanxenxo empezó cuando todavía ostentaba el título de príncipe, tras ingresar en la Escuela Naval Militar de Marín para completar su formación entre 1957 y 1958. Un idilio que se había prolongado ininterrumpidamente hasta su precipitada marcha. Además, Sanxenxo fue asimismo el lugar en el que Juan Carlos I pudo reconciliarse con la vela después de que su estado de salud le obligase a dejar El Bribón y a mantenerse apartado de toda competición en la náutica deportiva. 

En el año 2015, una de sus incondicionales amistades gallegas, el armador Mauricio Sánchez-Bella Carswell, le ofreció la posibilidad de adquirir el Acacia, una embarcación de época, datada de 1929 y diseñada para ir sentado, con la que el emérito pudo volver a navegar y competir. Como bien es sabido por los amantes de los deportes náuticos, la ría de Pontevedra reúne unas condiciones ideales durante casi todo el año para la navegación a vela, al tratarse de aguas tranquilas y resguardada de los fuertes vientes por las islas Ons. Un factor más a tener en cuenta dada la gran afición de Juan Carlos por este deporte.

Sanxenxo, el punto de encuentro con sus amistades

El Rey Juan Carlos y la infanta, junto a Pedro Campos, en una de sus visitas a Sanxenxo Foto: El Español (GTRES)

Además de poder disfrutar de uno de sus hobbies, tanto en la práctica como espectador, Sanxenxo ha sido siempre un tranquilo y discreto lugar de reunión (y destino predilecto de la jet set) entre el rey emérito y sus amistades más estrechas. Una de las más conocidas es la de Pedro Campos, el presidente del Club Náutico de Sanxenxo fue también compañero de regatas (armador) del emérito (patrón) durante años. Sin tener en cuenta los períodos de pandemia y exilio, la dupla formada llegó a ganar de forma consecutiva los cuatro últimos años del campeonato del mundo de vela en la categoría 6M. 

Por tanto, no es de extrañar que Juan Carlos de Borbón haya elegido la residencia de Campos para hospedarse ―como ya ocurrió en sus últimas visitas― este fin de semana en Sanxenxo. La propiedad del empresario está ubicada en el entorno de Nanín, muy cerca del núcleo urbano de la localidad y del Real Club Náutico. El chalé en cuestión está compuesto de dos plantas con unas inmejorables vistas hacia la ría de Pontevedra. 

Josep Cusí y Juan Carlos I. Foto: El Español

Siguiendo con los lazos más íntimos de Juan Carlos I ―con quienes comparte tiempo y aficiones en Sanxenxo―, el armador Josep Cusí también encabeza esta lista. Este conocido empresario catalán mantiene una fiel amistad con Juan Carlos I desde hace ya más de medio siglo. Según se dice, ambos se conocieron durante una cacería organizada por Francisco Franco, pues Cusí fue instructor del mismo durante 12 años. Además, el catalán es otro gran aficionado de los deportes náuticos y de facto, ha sido armador de la mayoría de los barcos de regatas del emérito.  

Otros nombres dentro de esta jet set con la que se suele relacionar a Juan Carlos en sus visitas a la joya turística de las Rías Baixas son Mauricio Sánchez-Bella y su mujer, Alicia Freire; el banquero venezolano Juan Carlos Escotet y el gallego Francisco Botas; o el propietario de North Sails, Peter Duben ―relacionado con la colecta de amigos que pagaron las deudas del rey―, entre otros.