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VIGO, 7 Jun. (EUROPA PRESS) –
Juan Padín, el patrón del pesquero gallego Villa de Pitanxo, que se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros de Terranova (Canadá), ha asegurado que otro de los tres supervivientes a la tragedia, Samuel Kwesi, miente en su versión de lo ocurrido y ha mantenido que una parada repentina del motor fue la causa del naufragio.
Un día después de la declaración de los tres únicos supervivientes del suceso, que se saldó con la vida de 21 personas, se ha conocido más sobre las versiones vertidas ante la Audiencia Nacional.
Así, Padín, con una actitud "tranquila y templada", ha mantenido a groso modo su versión de los hechos, asegurando que una parada repentina del motor fue la causa del naufragio, ya que el barco quedó a la deriva en medio del temporal.
De esta manera, ha asegurado que el testimonio de Samuel no se ajusta a la verdad, ya que el marinero ha indicado que el aparejo se había quedado embarrado en el fondo del mar, lo que propició que comenzase a entrar agua en el barco y finalmente se parase el motor.
Sin embargo, Padín ha reiterado que lo que ocurrió fue una parada repentina del motor, lo que provocó la entrada de agua. No obstante, ha reconocido que una hora antes sí se había producido el embarre al que se refiere Samuel, pero según él no fue la causa del accidente, ya que se solucionó y se continuó pescando.
"Fue todo muy rápido"
Para explicar su versión, ha indicado que en los documentos que recogen la velocidad del buque en cada momento se puede observar que en ocasiones el barco iba a una velocidad u a otra minutos antes de su hundimiento (1 ó 4 nudos). Tal como ha subrayado en su declaración, esto no podría suceder si el aparejo estuviese embarrado en el fondo del mar, ya que el barco no podría desplazarse.
Pese a ello, el capitán no ha sabido explicar por qué no se usaron las bengalas de alerta y ha indicado que pese a haber una manta térmica no fueron capaces de cogerla para utilizarla.
Preguntado por la posibilidad de encender el motor auxiliar, el capitán ha dejado claro que sí se podría haber hecho, pero de eso se encarga la sala de máquinas y que habría tardado entre 15 y 20 minutos y "no hubo tiempo" porque "fue todo muy rápido".
También ha dicho que él sí dio la orden de ponerse los trajes de supervivencia, que había hasta 31 para 24 tripulantes, pero son los marineros los que tienen que cogerlos y ponérselos.
Declaración de Samuel Kwesi
Por su parte, Samuel también ha mantenido sus declaraciones previas aunque hubo algún matiz diferente. Además de asegurar que la causa del hundimiento no fue una parada del motor, ya que esta se produjo tras la entrada de agua por el embarrado del aparejo, Kwesi ha asegurado que tampoco se había hecho un simulacro en caso de catástrofe.
Preguntado sobre si en el barco había algún cuadro orgánico que explicase qué hacer en caso de que hubiese un naufragio, en un primer momento Samuel lo negó, pero más adelante sí reconoció la existencia de este documento en el buque.
Eduardo Rial
Pese a todo, el declarante que ha incurrido en más contradicciones fue Eduardo Rial, sobrino del capitán del Villa de Pitanxo y tercer superviviente de la tragedia.
En este sentido, incluso el Fiscal llegó a llamarle la atención por el relato que estaba contando, debido a que en su propia declaración se contradecía. Uno de esos momentos fue cuando aseguró que los trajes de supervivencia flotaban y que había visto en el mar alguno, pero luego en otra pregunta dijo que no, que solo había visto chalecos.
Además, en su declaración hubo muchos aspectos de la madrugada del pasado 15 de febrero que no recordaba, como quiénes de sus compañeros habían cogido el traje de supervivencia, ya que aseguró que había visto a varios de los marineros con ellos en la mano, pero no se encontró ningún cuerpo con él puesto. Cabe recordar que solo Padín y Rial los tenían puestos.
Pese a dar una explicación similar a la de su tío, el juez le llamó la atención en varias ocasiones por alterar la voz y por el trato que estaba dando al Fiscal, al que trataba de ‘tú’.