VIGO, 13 Jun. (EUROPA PRESS) –
"Cuidado con lo que dices al llegar a tierra". Estas fueron las palabras que el sobrino del patrón del Villa de Pitanxo y uno de los tres supervivientes a la tragedia, Eduardo Rial, le habría dicho a otro de sus compañeros que logró salir con vida del naufragio, Samuel Kwesi.
Así se desprende de la declaración que realizó ante la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil uno de los marineros del Playa Menduiña 2, el buque que rescató a los tres supervivientes y a varios cuerpos del Pitanxo, que se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá).
De sus palabras, junto con las de muchos otros compañeros, se desprende que Samuel habría sido el tripulante hallado con vida del Pitanxo que mostraría una actitud "más afectada", ya que "lloraba continuamente".
Mientras tanto, el patrón del barco, Juan Padín, y su sobrino, Eduardo Rial, estaban más calmados. "Eduardo se dedicaba a cantorrear por los pasillos, bebiendo cerveza", explica otro de los marineros del ‘Playa Menduiña 2’.
En sus declaraciones, a las que ha tenido acceso Europa Press, varios de los tripulantes aseguran que en una ocasión, en el comedor del barco, Eduardo llegó a decirle a Samuel que "tuviera cuidado con lo que hablaba" ya que "no era una broma". "Cuidado con lo que dices que esto es una cosa muy seria", asegura haber escuchado otro de los marineros en una conversación en la que se hablaba de los motivos de la tragedia.
En sus testimonios, uno de los tripulantes, que conocía a Eduardo Rial por haber trabajado con él anteriormente, manifiesta que el sobrino del patrón aseguró a su llegada al Playa Menduiña 2 que su tío mentía, que no había pitado el abandono del barco, pero que él diría lo que Padín le dijese.
Además, en un primer momento, a su llegada al Playa Menduiña 2, Padín aseguró al patrón de este y ante otros marineros que el motivo del naufragio fue que el barco embarró (el aparejo utilizado para pescar quedó enganchado en el fondo del mar), por lo que se inició la maniobra de viraje poco a poco, lo que provocó la entrada de agua y finalmente la parada de los motores.
Esta versión respaldaría a la que cuenta Samuel de los hechos. Este último añade que los marineros le pidieron al capitán que soltase cable, pero este hizo "caso omiso" y el barco acabó hundiéndose.
Cambio de versión
Sin embargo, Padín cambió su versión ya dentro del Playa Menduiña 2 y la mantiene en la actualidad, subrayando que el motor se paró antes de la entrada de agua al buque. Además, ahora dice que el embarre se produjo mucho antes del naufragio y que no fue la causa del mismo.
Entre sus declaraciones, varios de los marineros indicaron que los tres supervivientes se reunieron al menos durante una ocasión en el camarote que compartían Eduardo Rial y Juan Padín, ya que Samuel no dormía con ellos.
En esta reunión, según indica uno de los pescadores que estaba en un cuarto pared con pared del de ellos, se pudo escuchar cómo Padín hablaba y casi no dejaba decir palabra al resto. Tal como relata, su sensación es que el patrón estaba orientando a Samuel y a Eduardo sobre la forma en la que tenían que relatar los acontecimientos.
Balsa salvavidas
Entre otras declaraciones, llama la atención el relato que Samuel contó a varios de los marineros de cómo logró acceder a una de las balsas salvavidas, donde fueron hallados los tres supervivientes.
Así, Kwesi les habría dicho que tuvo que arrojarse a ella y que la primera reacción de Juan Padín y de su sobrino fue empujarlo hacia fuera. "Logró saltar sobre una de las balsas salvavidas en la que estaba, entre otros, Juan Padín y Eduardo. En ese mismo instante Juan y Eduardo verbalmente le indicaban que se fuera de la balsa", indica otro de los marineros.
Sin embargo, Samuel no hizo caso, ya que se quedaría tirado en medio del mar, por lo que se quedó dentro de la misma y adoptó las medidas que él creyó más convenientes para la situación, ya que no llevaba puesto el traje de supervivencia.
Una vez allí, a medida que iban pasando las horas, varios de sus compañeros perdieron la vida por hipotermia, por lo que él ató sus cuerpos para que no cayesen al mar, ya que la balsa tenía un agujero. No obstante, algunos de ellos sí se perdieron.
Además, los marineros también aseguran que tanto Samuel como Rial destacaron que no existió señal alguna para el abandono del barco.