Los pasajeros que ayer iban en el vuelo VY1703 entre Vigo y Barcelona difícilmente olvidarán lo ocurrido cuando la nave estaba a punto de despegar. Una bandada de palomas cruzó el campo de vuelo y se introdujo en la turbina izquierda del aparato, obligando al piloto y al copiloto a frenar.
El incidente se produjo ayer durante la maniobra de despegue. Las aves entraron en la turbina, dañando uno de los motores, por lo que el personal a bordo paró la maniobra y evitó el despegue. La aeronave de Vueling permanece a estas horas en el Aeropuerto de Vigo a la espera de que los técnicos la revisen y efectúen las reparaciones necesarias, según ha podido saber este medio.
Medidas para evitar este tipo de situaciones
El aeropuerto de Vigo dispone de dos servicios destinados a impedir que las aves puedan acceder a sus instalaciones, evitando que la fauna interfiera en el recorrido de las aeronaves para reducir el riesgo de impacto tanto en tierra como en el aire. Uno de ellos es un sistema de control a través de aves de gran tamaño adiestradas (halcones y águilas) y perros, que recorren el campo de vuelo. El otro es un Servicio de Control de Fauna que se encarga de estudiar la fauna local, los flujos migratorios o las rutas de alimentación.
Fuentes de Aena explican que también se trabaja con los vecinos, los ayuntamientos y las comunidades de montes para evitar elementos que atraigan a las aves hasta el aeropuerto. El personal de las instalaciones, así como los controladores y las tripulaciones, notifican cualquier avistamiento al Servicio de Control de Fauna para que tome las medidas disuasorias necesarias.