VIGO, 22 Jun. (EUROPA PRESS) –

Francisco Javier O.S., el acusado de hacerse pasar por alto ejecutivo de Apple para estafar casi 106.000 euros a varias personas en el área de Vigo, ha reconocido los hechos y ha aceptado penas que suman casi 5 años de prisión, en una vista de conformidad celebrada este miércoles en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.

El procesado, que ha comparecido ante el tribunal por videoconferencia (está ingresado en prisión desde septiembre de 2020) ha reconocido los hechos que se le imputaban y ha aceptado 3 años de cárcel y 1.540 euros de multa por un delito de estafa agravada en concurso medial con un delito de falsedad documental; y 21 meses de cárcel por un delito continuado de estafa.

En la sentencia, que ya ha sido dictada en la sala, el tribunal tiene en cuenta la circunstancia agravante de reincidencia (tiene dos condenas anteriores por estafa de tribunales de Cantabria y Cataluña), y la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.

Además ha sido condenado a indemnizar a sus víctimas y devolverles las cantidades estafadas: más de 76.000 euros a una farmacéutica con la que mantuvo una relación, casi 27.000 euros a un matrimonio propietario de una cafetería y a su hija, 1.120 euros al dueño de una tienda de telefonía móvil y tecnología; 1.420 euros a un quinto perjudicado; y otros 485 euros a la sexta víctima.

Según el escrito de acusación pública, Francisco Javier O.S. inició una relación sentimental en abril de 2018 con la titular de una farmacia de A Guarda. Ante ella, se presentó como una persona con enormes posibilidades económicas, herencias, viudo y con una hija estudiando en un internado de Londres, y asegurando que era director de Ingeniería de Apple.

Cuando se había ganado la confianza y el cariño de la víctima, empezó a pedirle dinero con diversas excusas, que la mujer le entregó creyendo que se lo devolvería.

Transferencias

Así, en los meses siguientes, la mujer le transfirió 6.000 euros para una reparación del coche del acusado; 2.000 euros, después de que le propusiera irse a vivir con él a un chalé que había alquilado; otros 12.379 euros para la supuesta adquisición de un lote de productos de Apple que él conseguiría a buen precio, dada su presunta condición de directivo de la compañía; 1.750 euros para la matrícula de su hija en el centro de Londres; o 53.000 euros para las gestiones de cancelación de una falsa hipoteca de un inmueble de Londres.

Asimismo, según la Fiscalía, el acusado entregó el vehículo de la mujer para comprar otros dos coches (por 18.000 y 22.500 euros respectivamente), uno de los cuales le aseguró que pondría a su nombre, pero nunca cumplió su palabra y lo vendió a un tercero.

A esto se suman otras dos transferencias que el acusado se hizo a sí mismo por valor de 1.940 euros, y la contratación de una tarjeta bancaria sin autorización de la titular de la cuenta, que era la farmacéutica. De hecho, la víctima se enteró de esta gestión cuando recibió un aviso del banco por el impago de la tarjeta.

Cuando la mujer le reclamó la devolución de su dinero, el acusado elaboró unos documentos falsos, que simulaban ser comprobantes de transferencias del BBVA y que sumaban 65.000 euros, pero esas transferencias no existieron. Del mismo modo, mostró tanto a la mujer como al arrendador del chalé donde vivían varias nóminas falsas.

La relación la víctima finalizó en abril de 2019, cuando el acusado le anunció que abandonaba el chalé y que estaría un tiempo fuera, ilocalizable, "para desconectar".

Otras víctimas

Paralelamente, el acusado también engañó a otras personas, ante las que también se presentó como alto directivo de Apple, ‘marido’ de la farmacéutica de A Guarda, y dueño de un chalé en Oia (Pontevedra).

El procesado se ganó la confianza de un matrimonio propietario de una cafetería, y le hizo creer que, como ejecutivo de Apple, podría conseguir un lote de productos de esta marca a muy buen precio, que podría vender con un alto beneficio. Así, consiguió que le entregaran 13.480 euros.

El ahora condenado fue más allá y, alegando que otro directivo de la empresa había dejado ‘libre’ otro lote, se lo ofreció a una hija del matrimonio, a cambio de otros 13.480 euros. Posteriormente, mostró a las víctimas justificantes falsos del dinero entregado y de otros 9.000 euros de supuestos beneficios por la venta de cada lote, pero ninguno recuperó ninguna cantidad.

Del mismo modo, logró engañar a varias personas más, a las que ofrecía teléfonos, portátiles y otros productos, entre ellos al responsable de una tienda de tecnología. Ninguno recibió la mercancía ni recuperó su dinero.