OURENSE, 12 Jul. (EUROPA PRESS) –
Las temperaturas más altas de este martes en Galicia, en el marco de una ola de calor que afecta a todo el territorio, se han registrado en la provincia de Ourense. La más elevada ha quedado registrada en Arnoia, donde a las 16:50 horas se midieron 43,7 grados, pero también la capital ha registrado una temperatura récord.
Tras precisar los datos, que en algún momento de la jornada superaban los 44 grados en la estadística, el registro histórico de Ourense ciudad se quedó en 43,3 grados, según MeteoGalicia, quien precisó que el dato de la estación meteorológica de Ourense no se daba por "bueno", ya que las condiciones de medición no eran las "idóneas".
Más allá, en Leiro, se registraron 43,1 grados, en Vilamartín de Valdeorras 42,6 grados, y en Castrelo de Miño, 42,5º, según las mediciones de Meteogalicia.
Para este martes, la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior de la Vicepresidencia Segunda de la Xunta ha decretado la alerta roja por altas temperaturas en la cuenca del río Miño en la provincia de Ourense –que MeteoGalicia mantiene para este miércoles–. Asimismo, mantiene el nivel naranja en casi la mitad del territorio gallego.
Este segundo nivel de alerta estará activo en el noroeste y el sur de la provincia de Ourense, en el interior y suroeste de A Coruña; así como en la totalidad de la provincia de Pontevedra.
Refugio en casas o zonas fluviales
Las ourensanos se refugian como pueden de los más de 43 grados que se han vivido este martes en la ciudad: en sus casas, en las zonas fluviales, bajo la sombra de algunos parques o directamente con el aire acondicionado de los centros comerciales.
Eso los más afortunados que pueden elegir, en mayor o menor medida, cómo superar esta ola de calor que ha hecho que se activase en la capital de As Burgas la alerta roja por altas temperaturas. Por el otro lado, los trabajadores que no han podido evitar exponerse al calor y que se refrescan en fuentes, con mucha agua e intentando situarse en zonas de sombra.
En todo caso, abanicos, sombreros, gorras y algún que otro paraguas para protegerse del sol, han sido los complementos más vistos este martes por las calles de la capital ourensana. El empedrado de céntricas calles como la Rúa do Paseo o la propia Praza Maior aguantaban las temperaturas extremas sin apenas gente que las transcurriese.
Además, los pocos que se atrevían a caminar al aire libre durante este día caluroso procuraban llevar consigo una botella de agua y algún que otro helado para intentar sobrellevar las temperaturas.
Pero también había quien salía a la calle obligado por trabajo. Es el caso de varios operarios que trabajaban, poco antes de las 18:00 horas, en unas obras en la Rúa Cardenal Quiroga o los múltiples empleados de empresas de transporte que recorrían las calles intentando superar el calor entre el aire acondicionado de sus vehículos y el poco aire que les podía llegar al circular con las ventanillas bajadas.
Cambio de ritmo en la ciudad
La hostelería también ha notado la llegada de estas temperaturas bruscas. La imagen de la mayoría de las terrazas de Ourense se repetía: sillas y mesas vacías y camareros que esperaban a que pasaran las horas centrales del día para que los vecinos se atreviesen a bajar a consumir bebidas refrescantes a los establecimientos de hostelería.
Con todo, muchos aseguran que el ritmo de la ciudad ha cambiado durante estos días y locales que antes bajaban la persiana sobre las 22:00 horas, ahora extienden su horario hasta las 00:00 horas para intentar recuperar las horas sin clientes de la tarde.
Por eso, el sentir de la gente que caminaba por las calles este martes era prácticamente unánime: "Esto es insoportable", se repetía una pareja de adolescentes a la salida de una heladería.
Río y termas contra el calor
Para evitar el calor, muchos han optado por quedarse en sus casas o han acudido a las zonas fluviales. El río y las termas fueron los principales lugares elegidos por los ourensanos para intentar refrescarse.
Allí, la mayoría no salía del agua y los que no se atrevían a meterse en el río utilizaban las duchas habilitadas para intentar mojarse un poco en cortos espacios de tiempo y, de este modo, soportar los más de 40 grados.
Otros, sin embargo, reconocían que lo mejor era quedarse en casa bajo el aire acondicionado. Pero no todos cuentan con esa suerte, por eso, el Centro Comercial Ponte Vella ha sido uno de los lugares más concurridos en esta tarde de temperaturas récord.
Acostumbrados
Pese a que los ourensanos están acostumbrados a ser el horno de Galicia, algunos reconocían que las temperaturas de esta semana, y especialmente las de este martes, son complicadas de llevar.
Además, lamentan que lo peor no son las mañanas, el mediodía, ni las tardes, sino las noches. Dormir se vuelve imposible y los más afortunados aprovechan para estar el máximo tiempo posible fuera de casa e incluso los que tienen una vivienda con finca, cuentan que deciden echarse a dormir en el exterior.