VIGO, 21 Jul. (EUROPA PRESS) –

El juez del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, llamó la atención en varias ocasiones a Eduardo Rial, uno de los tres supervivientes del naufragio del pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’ y sobrino del capitán del buque, durante su declaración el pasado 6 de junio en Madrid: "Tiene usted la obligación de decir la verdad. ¿Lo sabe, verdad? Pues que no se lo tenga que repetir más veces".

Así de directo fue Moreno con Rial mientras este último se encontraba declarando en calidad de testigo del hundimiento del barco el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá), que acabó con la vida de 21 de los 24 marineros a bordo.

"Le recuerdo que está usted bajo juramento o promesa. No dé respuestas evasivas y responda a lo que se le pregunta. Tiene usted la obligación de decir la verdad. ¿Lo sabe, verdad? Pues que no se lo tenga que repetir más veces", indicó el titular del juzgado a Eduardo Rial, sobrino del patrón del barco, Juan Padín, el único investigado en la causa del hundimiento del buque.

Asimismo, Ismael Moreno amonestó a Rial en varias ocasiones por el trato que estaba dando al Fiscal durante su declaración. "No interrumpa cuando hablo ni interrumpa usted al señor fiscal o a ninguna de las partes cuando intervienen", subrayó.

"Usted no es amigo del señor fiscal. ¿Por qué lo está tuteando con esa familiaridad?" o "¿Quiere usted dirigirse con respeto al señor fiscal?" fueron otras de las frases que dijo Ismael Moreno para intentar que Rial cambiase su actitud durante la casi hora y media que duró el interrogatorio, al que tuvo acceso de forma íntegra Europa Press.

En el transcurso de su declaración, Rial aseguró que se estaba "poniendo nervioso", por lo que el juez volvió a dirigirse a él para decirle: "Usted no tiene que ponerse nervioso. Diga la verdad y ya está".

Relato de los hechos

En cuanto a cómo relató Rial los acontecimientos que acabaron con el hundimiento del barco, el marinero dio una versión similar a la de su tío, asegurando que el motor del barco se paró de forma repentina, lo que provocó que el ‘Villa de Pitanxo’ naufragase en cuestión de minutos.

Así, rechazó la narrativa del tercer superviviente, Samuel Kwesi, que subrayó que primero se produjo un embarre (las redes se engancharon al fondo del mar), lo que motivó que comenzase a entrar agua y luego se parase el motor.

Sin embargo, durante las preguntas que el fiscal le realizó a Rial quedaron patentes algunas contradicciones que fueron comentadas durante el interrogatorio. Por ejemplo, en un primer momento el declarante aseguró que mientras estaban en la balsa salvavidas observaron en el mar algunos trajes de supervivencia (solo él y su tío los tenían puestos en dicha balsa), pero indicó que solo recogieron del agua chalecos salvavidas.

Más tarde, aseguró que no habían visto ningún traje de supervivencia flotando en el mar y que de haberlos visto habría sido "imposible" recogerlos por la situación en la que se encontraban (la balsa tenía un agujero en su base), pese a que sí reconoció haber cogido chalecos del agua.

Además, en su declaración hubo muchos aspectos de la madrugada del pasado 15 de febrero que no recordaba, como quiénes de sus compañeros habían cogido el traje de supervivencia, ya que aseguró que había visto a varios de los marineros con ellos en la mano, pero solo se encontró un cuerpo con él puesto (además de Padín y Rial que sí los tenían y sobrevivieron).

Explicaciones a Samuel

Entre otras cosas, Rial reconoció, al igual que su tío, que sí trataron de explicar a Samuel que el motor se paró de forma repentina y que no tuvo nada que ver el embarre. Pero, tal como dijo, su intención no era presionarlo para que cambiara su versión.

Al igual que Padín, su sobrino aseguró que el embarre se dio "una o dos horas antes" del naufragio y fue solucionado por el capitán mientras los marineros, incluyendo a él mismo y a Samuel Kwesi, estaban durmiendo.

No obstante, siempre según sus palabras, Samuel habría escuchado la existencia del embarre cuando el capitán contó lo que había ocurrido cuando fueron rescatados en el Playa Menduiña II y a partir de ahí "se autoconvenció" de que esa fue la causa.