PONTEVEDRA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) –

La Xunta y la media docena de municipios que se abastecen del río Lérez —Pontevedra, Marín, Sanxenxo, Bueu, Poio y Ponte Caldelas— a través de Pontevedra han acordado este miércoles reducir el consumo de agua y afrontar el actual episodio de "prealerta por escasez" con información, coordinación y responsabilidad.

Entre las restricciones que todos los municipios pasan a aplicar están: buscar las fugas en las redes de abastecimiento que redundan en la ineficacia del sistema; la prohibición del uso del agua destinada a llenar piscinas, riego de jardines y otros usos lúdicos; así como suprimir baldeos, lavapiés, duchas en las playas y el lavado de vehículos por los particulares.

Todas estas iniciativas tratan de "evitar cortes nocturnos o tener que bajar la presión de la red", que podrían llevarse a cabo si la situación de sequía se agrava y se eleva el nivel de alerta.

"Coincidimos en que tenemos que prepararnos para un eventual empeoramiento de la situación", ha advertido la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, que junto con la directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, han mantenido una reunión de trabajo "importante y urgente" con los representantes de los distintos ayuntamientos.

La reunión ha tenido lugar en la Delegación Territorial da Xunta en Pontevedra y han asistido: la concejala del ciclo del agua del Ayuntamietno de Pontevedra, Carme Da Silva; el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín; la alcaldesa de Marín, María Ramallo; el alcalde de Bueu, Félix Juncal; el alcalde de Poio, Luciano Sobral; y el de Ponte Caldelas, Andrés Díaz.

A la salida del encuentro, Ethel Vázquez se ha mostrado "agradecida" porque: "Fue una reunión positiva, con ánimo constructivo por parte de todos para trabajar coordinada y conjuntamente para adoptar medidas que todos somos conscientes de que son muy necesarias, de contención del consumo y ahorro de agua y de uso lo más responsable posible".

Descenso de un 73%

Según los datos ofrecidos en esta reunión, el caudal del río Lérez descendió un 73% en los últimos 20 días. "Fue una bajada abrupta" ha destacado la conselleira.

A causa de este descenso en el nivel de agua del río: "Ence no podía cumplir las condiciones que le impusimos de caudal ecológico y tuvo que realizar la parada". Aún así, "el caudal del río Lérez no se recuperó todo lo esperado" y marca unos registros de 1,7 metros cúbicos por segundo, lo que viene a suponer "prácticamente el caudal ecológico" que necesita para garantizar la biodiversidad.

En el encuentro se ha acordado colaborar conjuntamente en tres cuestiones básicas: compartir información "para ver si las medidas que se adoptan funcionan", coordinación para dar "una respuesta y medidas unánimes" y responsabilidad colectiva para aplicar estas medidas.

Según la conselleira el agua embalsada en el Pontillón do Castro "en circunstancias normales únicamente da para 14 días", que podrían ser más aplicando restricciones en el consumo.

Probable declaración de alerta

Ahora, Xunta y concellos harán un seguimiento de la situación "para estar preparados para un posible empeoramiento". La próxima semana se reunirá la Oficina Técnica da Seca para hacer un seguimiento coordinado de los sistemas de abastecimiento de agua.

"Todo apunta que es posible un eventual empeoramiento de la situación", ha avanzado la conselleira, que anticipa una probable declaración de alerta que tiene como finalidad garantizar el abastecimiento a la población y minimizar los efectos negativos sobre el medio natural, estableciendo medidas, de ser el caso, que protejan la flora y la fauna fluvial.

Cada municipio concretará su propio plan municipal de emergencia en el que identificarán las medidas que contemplan, dado que son administraciones locales las que ostentan las competencias en materia de abastecimiento y el Plan da Seca de la Xunta solo contiene medidas "orientativas".

"Lo que queremos es evitar llegar a ese estado", ha indicado Vázquez Mourelle, y, por lo tanto, durante los próximos días se establecerán contactos continuos con los ayuntamientos afectados a los efectos de evaluar las medidas adoptadas.

Valoración de los municipios

La concejala del ciclo del agua del Ayuntamiento de Pontevedra, Carme da Silva, ha remarcado que: "Todos somos conscientes de que la situación es muy preocupante". "Es imprescindible adoptar medidas urgentes", apostilla, mientras insiste en la necesidad de coordinación y en el seguimiento diario de la situación.

Por su parte, la alcaldesa de Marín, María Ramallo, ha incidido en que le preocupa singularmente la situación en el puerto, "que es un gran consumidor" por las empresas frigoríficas allí radicadas y que pueden verse afectadas en su producción si se llegan a aplicar cortes nocturnos o bajadas en la presión.

También el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, está preocupado por el "impacto importante" de las restricciones al polígono industrial de O Campiño, que es la única zona de su ayuntamiento que se abastece del Lérez, ya que el resto de núcleos de población tienen captaciones propias. Las grandes empresas consumidoras del polígono se encuentran ahora en parada técnica, pero el día 8 de agosto retoma la producción Aludec, que es la que más consume.

El alcalde de Poio, Luciano Sobral, ha aplaudido el consenso logrado en la reunión y, al igual que ha señalado el alcalde de Bueu, Félix Juncal, emitirá un bando con las medidas consensuadas con el resto de municipios.

Los hoteles, principales consumidores de Sanxenxo

Finalmente, el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, ha indicado que en el caso de su municipio: "Nosotros vivimos del turismo y no podemos mandar un mensaje de que aquí no hay agua". Asegura que de ahí la urgencia en tomar medidas preventivas.

En la reunión se pidió a Sanxenxo si puede captar más agua del río Umia a través de la mancomunidad de O Salnés, puesto que la villa turística además del Lérez también se abastece de este otro río. La "desgracia" es que el Umia dispone de agua suficiente, pero "técnicamente no se puede captar más".

Telmo Martín se pondrá en contacto este mismo miércoles con la empresa concesionaria de esta gestión, Espina y Delfín, "para ver cómo se puede hacer para captar más agua del Umia y menos del Lérez". En Sanxenxo, los mayores consumidores son los hoteles "que están ahora mismo a tope y no podemos dejarlos sin agua". "Estamos muy preocupados", afirma. "Si somos todos responsables, no va a haber cortes en el mes de agosto", agrega.