El descenso de las reservas de agua en los embalses gallegos empieza a preocupar también en el interior de la Comunidad, fuera de la demarcación hidrográfica de Galicia-Costa. Como consecuencia, varios concellos del interior se han visto obligados a tomar medidas de control del suministro para poder garantizar el abastecimiento de la población de cara al final del verano.
El Concello de Ribadavia, en Ourense, ha sido el que ha tomado medidas más drásticas y ha anunciado que desde la noche de este jueves cortará el abastecimiento nocturno de agua "para poder tener suministro durante el día". De forma indefinida, se realizarán parones de 23:00 a 7:00 horas con el fin de paliar "la importante reducción del nivel del río Maquiáns", que ha repercutido en una "bajada grave del nivel del depósito de Franqueirán".
En O Barco de Valdeorras, también amenazado por la sequía, se cerrarán las fuentes prescindibles en horario nocturno y se suprimirá el riego de jardines públicos. Por el momento, se ha anunciado que la medida será temporal, "con el fin de realizar un control del consumo que se registra en horario nocturno". Con los resultados de este análisis, aseguran, se pretende instalar un nuevo sistema de bombeo en el depósito municipal con mayor capacidad "para poder afrontar con garantías el suministro durante los próximos meses".
Del mismo modo, Celanova, también en Ourense, ha exigido a sus vecinos que limiten el suministro de agua potable "para uso doméstico, quedando prohibido para cualquier otro", como puede ser el llenado de piscinas, el riego de jardines o huertos o el lavado de coches. También el propio Concello limitará el uso de agua, reduciendo los riegos en jardines públicos y limitando los usos en edificios e instalaciones municipales.
Sober y de O Saviñao, en Lugo, también toman medidas
Los ayuntamientos de Sober y O Saviñao, en la provincia de Lugo, han adoptado medidas para combatir la sequía, según recoge Europa Press. De hecho, en el caso de O Saviñao, la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) ya no funciona automáticamente y se ha optado por el bombeo manual "cada dos horas o dos horas y media".
A su vez, el Ayuntamiento de Sober ha emitido un comunicado en el que apela a la responsabilidad de los vecinos en el uso del agua, tras detectar consumos que no se ajustan a la normativa en un contexto de sequía.
En el comunicado, explica que se efectuará un barrido por zonas. El objetivo de esta acción es detectar enganches ilegales a la red y usuarios que rieguen con agua de la traída. Desde el gobierno local señalan que, "si se detectan prácticas que están prohibidas o son abusivas, se tramitarán las correspondientes sanciones".
Esta decisión se adopta, sostiene el Consistorio, tras haber detectado consumos muy elevados en franjas horarias determinadas que "no se corresponden con el horario habitual de riego". Recuerdan que "está prohibido usar agua de la traída para regar, lavar los vehículos o llenar piscinas".