"Moha merece todo el respeto, como los demás". Así explicaba el Náutico de Castrelo de Miño por qué había invitado a irse a una familia que estaba tomando algo en la terraza del establecimiento el pasado sábado.

Según cuentan en sus redes sociales, los clientes hicieron comentarios xenófobos contra uno de los empleados del local y, "sin levantar la voz ni una vez", el jefe del establecimiento echó a toda la familia de la terraza.

El tuit rápidamente se hizo viral y sigue generando comentarios, en su mayoría aplaudiendo la actitud del establecimiento y asegurando que el Náutico de Castrelo se ha convertido casi en una "parada obligatoria" para todos aquellos que visiten el Miño ourensano.

En la misma conversación se aclara que solo uno de los miembros de la familia profirió los insultos, mientras que su mujer, su hija, su yerno y su nieto "quedaron bastante abochornados".