OURENSE, 30 Ago. (EUROPA PRESS) –
La provincia de Ourense vuelve a verse afectada por la lacra de los incendios, en concreto son dos los que siguen activos, uno en el Ayuntamiento de Melón, en la parroquia de Quins, y otro en el de Cenlle, en la parroquia de San Lourenzo da Pena. Por su parte, está estabilizado el de Oímbra, que entró por Portugal.
"¿Qué clase de incendio se produce a las 22:30 de la noche y cerca de un pueblo sin ser malintencionado?", se pregunta el regidor de Melón, Emilio Díaz, apuntando a la intencionalidad de un fuego declarado en horario nocturno el pasado lunes. "La situación clama al cielo", se queja.
En el incendio que afecta a la parroquia de Quins, ya son cincuenta las hectáreas arrasadas en la mañana de este martes porque el fuego continúa sin control. En él trabajan cinco agentes, siete brigadas, seis motobombas y una pala.
"La situación es lamentable, no por parte de los medios desplegados, porque yo mismo he acudido hasta una ladera a ver el incendio y son muchos los medios que están actuando, sino porque no es cuestión de apagarlos, es cuestión de prevención", lamenta.
"Esto lleva pasando desde que era un crío y te venían a buscar a casa para ayudar a apagar los incendios, han pasado más de 50 años y seguiremos así por los siglos de los siglos, va a acabar ocurriendo una desgracia", agrega.
Sin peligro para viviendas
Con todo, asegura que peligro para las casas "prácticamente no hay" porque el pueblo más cercano es el de Vilaverde y se encuentra separado por la autovía. Además, "el viento no alcanzó una gran velocidad y va en dirección al monte" no hacia las viviendas. "En ese sentido estamos tranquilos, no hay riesgo para la gente", valora.
Es además el tercer incendio en la misma zona a lo largo de este verano. Primero, en el pueblo de Vilaverde; el segundo, en Barcia; y ahora otra vez en Vilaverde. "Y con mucha casualidad, porque cuando empezó arder en Melón tanto nuestra brigada como nuestro camión se encontraba colaborando en la extinción del incendio de Cenlle. No es fácil explicarle a los vecinos que no podemos mandar el camión porque ya está en otro incendio", relata Emilio Díaz.
Por ello, considera que "antes de que haya una desgracia y haya que decir que fue inevitable hay que hacer algo", y para él pasa por "una ordenación del territorio, ponerle nombres a los propietarios de las fincas y hacer algo con ellas". "Si no se quieren hacer cargo, que pasen a un banco de tierras; y si son de alguien, que se encargue realmente de mantenerlas. Es importante la prevención", opina.
Incendios de Celle y Oímbra
En el caso del incendio en la parroquia de San Lourenzo da Pena, en Cenlle, el fuego ya ha arrasado 40 hectáreas, y a pesar de que el último informe de la Conselleria de Medio Rural hace ver que "evoluciona favorablemente hacia su estabilización", aún activo y sin control, el alcalde, José Manuel Rodríguez, apunta que era así hasta el mediodía, pero que el viento cambió de dirección y "reactivó dos de los focos".
"A primera hora de la mañana estaba más o menos controlado, de hecho quedaba un pequeño foco que, desde el desconocimiento, simplemente viéndolo, parecía que se iba a extinguir, pero ahora la situación es otra. A ver cómo progresa a lo largo del día, de momento estamos tranquilos porque aunque se ha producido en el pueblo de Cuñas las casas están todavía alejadas", traslada.
En el incendio trabajan un técnico, diez agentes, 24 brigadas, 15 motobombas, una pala, ocho aviones y siete helicópteros.
Mientras, en el Ayuntamiento de Oímbra, está estabilizado desde esta mañana a las 7:31 horas el fuego forestal que entró por Portugal a través de la parroquia de Bousés. Según el cómputo de Medio Rural, ha afectado a 70 hectáreas. La alcaldesa, Ana Villarino, señala que "los medios siguen trabajando en la zona pero ya no se ven llamas".