VIGO, 5 Sep. (EUROPA PRESS) –

La enfermera viguesa Candelas Varela, que llegó este domingo a Madrid en un avión medicalizado procedente de la República Democrática del Congo aquejada de malaria, permanece ingresada en la UCI de la Clínica Universidad de Navarra de Madrid y, aunque evoluciona "bien" dentro de la gravedad de su cuadro clínico, las pruebas que le han realizado han confirmado la afectación a varios órganos.

Según ha trasladado su familia y su entorno, Candelas sigue sedada e intubada, aunque los médicos prevén retirarle la respiración asistida en "tres o cuatro días" porque sus pulmones "ventilan mejor". "Ha pasado la noche bien, con todas sus constantes equilibradas", ha explicado sus allegados.

En las pruebas a las que ha sido sometida desde su llegada a España se le ha detectado una insuficiencia cardíaca, conocida como ‘Síndrome del corazón roto’ o enfermedad de Takotsubo, una miocardiopatía reversible, posiblemente provocada por el estrés que ha tenido que sufrir su corazón como consecuencia de la "infección agresiva de la malaria". Por otra parte, también se ha observado afectación en otros órganos y seguirá recibiendo diuréticos.

Asimismo, el equipo de la Clínica Universidad de Navarra adaptará el tratamiento con antibióticos y se le repetirán las pruebas, al detectarse algún "germen resistente".

25 años trabajando en el Congo

Candelas Varela comenzó a notar síntomas de la enfermedad tras un viaje a Camerún y ha estado en contacto con su familia, a los que ha ido informando de su evolución (no era la primera vez que contraía la malaria) mientras estaba ingresada en el hospital de Monkole, en Kinshasa, donde trabaja. No obstante, hace unos días dejó de llamar, cuando la enfermedad se agravó y los médicos propusieron a su familia inducirle el coma para evacuarla de urgencia a España.

Esta enfermera viguesa lleva 25 años trabajando en el Congo, donde la Fundación Amigos de Monkole desarrolla diversos proyectos relacionados con la atención sanitaria a niños, mujeres y personas vulnerables. La organización también ha puesto en marcha una Escuela de Enfermería o un proyecto de creación de ‘cantinas populares’ para luchar contra la malnutrición, entre otros.