La llegada de un frente lluvioso a Galicia es una buena noticia para la situación de sequía prolongada a la que se enfrenta la Comunidad, aunque hasta que regrese el régimen normal de precipitaciones no se recuperará la normalidad. Desde Augas de Galicia, no obstante, vuelven a recordar que las lluvias de esta semana únicamente supondrán "un pico en el caudal" de los ríos y embalses, pero tan pronto como cesen volveremos a encontrarnos con niveles bajos de agua.

El efecto, en palabras de Teresa Gutiérrez, directora de Augas de Galicia, "será inmediato y producirá un pico en el caudal, incluidos los ríos Lérez y Anllóns, los más bajos actualmente, pero en cuanto deje de llover bajará inmediatamente". La directora del organismo dependiente de la Xunta asegura que confían en que estas lluvias, además, "generen adicionalmente aportaciones en embalses y mejoras en Baiona o Cecebre, en pequeñas cuencas en las que se verá una mejoría".

El problema, recuerda, es que es necesaria una "lluvia sostenida", que supondría aportaciones en los acuíferos que dan soporte al caudal de los ríos, algo que solo ocurrirá cuando llegue el otoño. "No se notará una recuperación en los manantiales o en los niveles freáticos, para lo que hace falta una lluvia prolongada durante un tiempo largo, de semanas", explica Gutiérrez.

"Estas precipitaciones difícilmente van a ser un aporte sostenido, no van a recargar los acuíferos ni las aguas superficiales próximas a los ríos", por lo que los embalses subterráneos que suponen un aporte para los ríos cuando no llueve seguirán en niveles mínimos. "Durante el tiempo que llueva el caudal circulante va a aumentar, pero ese caudal no se va a quedar porque estas precipitaciones no son nada", asegura Gutiérrez.

El verano de 2023, la mayor incógnita

El problema real de la sequía prolongada, explica Teresa Gutiérrez, es que el régimen de precipitaciones habitual ha cambiado "y si antes septiembre era un mes en el que llovían diez o quince días, ahora prácticamente no está lloviendo". Esta falta de precipitaciones, asegura la directora de Augas de Galicia, es lo que podría dificultar el abastecimiento en el verano del 2023.

"Tenemos miedo a no poder cubrir el verano que viene", reconoce, "porque si no cae lluvia normal de octubre a enero, como ya ocurrió el año pasado, podemos tener problemas hasta finales de este año". Esto, recuerda Gutiérrez, fue lo que ocurrió en el verano de 2017, marcado por la peor sequía registrada en Galicia en los últimos años. "Tiene que haber lluvias que recuperen los caudales, no sirve con que suban puntualmente", asegura.

Por ello, reconoce que la lluvia anunciada para estos próximos días "es una buena noticia, aunque si viene después un anticiclón que dure un mes volveremos a estar igual: si no nos recuperamos de este año hidrológico nefasto, el año que viene nos enfrentamos a una situación incluso peor", explica la directora de Augas de Galicia.

"Si no nos recuperamos de este año hidrológico nefasto, el año que viene nos enfrentamos a una situación incluso peor"

El problema de este verano, asegura, "no se limita a la escasez de precipitaciones en julio y agosto: es que no llovió en otoño, no llovió en invierno y no llovió en primavera". Gutiérrez teme que el verano de 2023, cuando la población vuelva a aumentar, el abastecimiento vuelva a verse comprometido, "porque nos encontramos en una situación muy mala, de la que si no somos capaces de recuperarnos el verano que viene va a ser muy duro".

Desde 2017, con el fin de evitar estas situaciones, se obliga a los ayuntamientos a disponer de planes de emergencia por sequía, "que deben hacer un análisis riguroso teniendo en cuenta el cambio climático, especialmente en los sistemas más frágiles, como puede ser el del Lérez". La escala a la que trabaja Augas de Galicia, recuerda, "es de sistema, no local, teniendo en cuenta el recurso o la ETAP que trate ese recurso", por lo que el organismo se limita a establecer planes de emergencia para los grandes sistemas.

"Para el embalse de Cecebre tenemos contemplada la captación de agua de Meirama, para el Tambre también tenemos la posibilidad de captar aguas arriba y para Pontevedra estamos preparando un plan B", explica. No obstante, recuerda que cada Concello debe tener su propio plan de emergencia, "teniendo en cuenta el abastecimiento y la población a la que dan servicio", cómo fluctúa esta y cómo pueden implantarse medidas de ahorro.

La directora de Augas de Galicia vuelve a hacer un llamamiento a la población y a las administraciones locales para moderar el consumo de agua y hacerlo de forma responsable. "En el Lérez, por ejemplo, hacemos mediciones diarias desde que se decretó la prealerta y hemos visto que el consumo ha bajado", afirma, por lo que anima a continuar haciendo un uso consciente del recurso "para no enfrentarnos a una situación peor" ya a finales de este año.