Juan Gaisse Fariña, del despacho vigués Rodríguez Gil y Asociados – Abogados SRLP, recibió la notificación de la Audiencia de Pontevedra de su propia muerte. La diligencia de ordenación emitida el pasado 1 de diciembre señalaba que "habida cuenta del fallecimiento del letrado del penado, líbrese de oficio al Colegio de Abogados con el fin designación de otro letrado del turno de oficio para la defensa del acusado".

Lo surrealista del escrito es que el abogado vigués está vivo, por lo que, además de llevarse una evidente sorpresa, se puso manos a la obra para probar ante la justicia una evidencia: que no había fallecido. Según recoge Confilegal, Gaisse Fariña ha calificado la situación como "anecdótica" y para subsanar el error ha presentado un escrito de reposición.

"Pero lo he hecho en tono jocoso y con humor, estoy seguro de que cuando la LAJ (Letrados de la Administración de Justicia) lo lea se va a echar unas risas", ha señalado el abogado, que ha invocado en su escrito el artículo 15 de la Constitución, que recoge el "derecho a la vida y a la integridad física y moral" y que abole "la pena de muerte", además de señalar que nadie puede ser sometido "a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes".

A pesar de que confía en que admitan el escrito, en caso de que ocurra lo contrario tendrá que presentar una Fe de Vida y Estado, documento probatorio de que se encuentra con vida. Gaisse Fariña considera que lo normal es que se anule la diligencia en cuanto sean conscientes del error, aunque lo que desconoce por completo es qué ha podido ocurrir para que le den por muerto y de dónde nace ese error garrafal que le ha querido arrebatar la vida, al menos de manera documental.