Una mujer de 70 años llevaba siete meses con repetidas infecciones respiratorias causadas por un tornillo de titanio de uso dental que aspiró tras una intervención quirúrgica. La solución no llegó hasta que el neumólogo Antonio Fernández Rodríguez, del hospital Vithas Vigo, logró extraer la pieza en una broncoscopia. El tornillo había sido identificado en una radiografía de tórax meses antes.
Todo empezó aproximadamente 11 meses antes. La paciente se sometió a una primera cirugía dental en la que se le colocaron unos implantes óseos. Dos meses después, en una segunda intervención, se le colocaron los tapones de cicatrización y un mes después se le pusieron las prótesis definitivas.
La paciente no fue consciente en ningún momento de que había aspirado lo que resultó ser un tornillo de titanio utilizado habitualmente en implantes dentales para la cicatrización transepitelial de 9 milímetros de longitud y 5,5 de diámetro. Ahora, se sabe que el tornillo fue aspirado entre la segunda y tercera intervención, por lo que permaneció alojado en el bronquio al menos ocho meses.
El doctor Fernández no ha encontrado entre la literatura médica referencias a cuerpos de titanio alojados en los bronquios. La particularidad del caso lo ha llevado a presentar el vídeo de la operación al III concurso de videos de neumología intervencionista de la Separ (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica).