La sección número 2 de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha sentenciado a seis años de prisión por homicidio imprudente al conductor que provocó un accidente mortal en Salceda de Caselas en marzo de 2021. En el accidente murió una mujer de 39 años y sus dos hijos, de 13 y 6, que iban en el otro vehículo implicado. El acusado, Alfredo L., conducía bajo los efectos del alcohol.

Así, el tribunal señala como culpable al varón de tres delitos de homicidio por imprudencia grave y de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas. La sentencia recoge que "no puede llegarse a la conclusión de que existía una afectación relevante de la capacidad del acusado

para comprender la ilicitud del hecho y actuar conforme a dicha comprensión".

Además, el acusado deberá indemnizar al esposo de la fallecida y al abuelo de los niños por un valor superior a los 600.000 euros. Los magistrados no han aplicado ninguna reducción a la cuantía al considerar que la culpa del trágico suceso fue exclusivamente del varón, señalando que la conducta de la víctima fue "prudente" e "irreprochable".

La sentencia no es firme y cabe interponer recurso de apelación.

Hechos

El siniestro ocurrió el 19 de marzo de 2021. Según se recogía en los informes periciales, Alfredo L. condujo su vehículo a una "velocidad excesiva e inadecuada para su estado y la vía", alcanzando, al menos, una velocidad de 128 km/h en una vía limitada a 90 km/h.

Por ello, al llegar a una de las "ligeras" curvas de la carretera mantuvo una trayectoria recta, atravesando los dos carriles de circulación sentido O Porriño e invadiendo el carril destinado a la circulación sentido Salceda de Caselas. En dicho carril circulaba el vehículo Citroën C4 que conducía una mujer de 39 años que viajaba con sus hijos de 13 y 6, todos ellos vecinos de Salvaterra do Miño.

La víctima intentó una maniobra evasiva hacia la izquierda para evitar la colisión, un movimiento que era "correcto" para tratar de esquivar la embestida, aunque no logró hacerla a tiempo. El impacto frontal entre los vehículos causó la muerte de los tres ocupantes. Quedó probado que todos ellos llevaban las medidas de seguridades adecuadas y que también funcionaron los sistemas del vehículo.

Tras el accidente, el conductor fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde se obtuvieron muestras para comprobar el grado de intoxicación alcohólica, que arrojaron un resultado de 2,49 gramos por litro de sangre, cinco veces más de lo permitido. Durante el juicio, el acusado se defendió alegando que "jamás" cogió el coche "bebiendo una copa" y que "en 15 años con el carné nunca" tuvo una sanción ni dio positivo: "No le encuentro explicación a la tasa de alcoholemia. No sé qué pudo pasar con las bebidas".