La magistrada del Juzgado de Instrucción Número 2 de Tui (Pontevedra) ha dado luz verde a la petición de la familia de Déborah Fernández, la joven viguesa hallada muerta en O Rosal en 2002, para que se tome una nueva muestra de ADN del único investigado en el caso, Pablo P.S.L, el exnovio de la fallecida.

Ya se han tomado muestras del exnovio de la joven, tanto en el año 2002, mientras Déborah aún estaba desaparecida, como posteriormente en el 2010. Sin embargo, como recoge Europa Press, ninguna llegó a arrojar conclusiones clarificadoras para la investigación. La primera muestra que se tomó "no consta" de forma fehaciente que sea de Pablo P.S.L ni están claras las circunstancias en las que se hizo esa diligencia. De la prueba del 2010 "ni siquiera hay resultados".

La toma de ADN del investigado servirá para compararlo con el material genético hallado en el cadáver de la joven. Sin embargo, la defensa de la familia de Déborah advierte que recurrirá esta resolución del juzgado: la magistrada no permite que la representación procesal de la fallecida esté presente durante la toma de la muestra. Los letrados de la familia denuncian que se trata de "un nuevo insulto" y un "desprecio".

Con todo, el juzgado se ha opuesto a la práctica de otras diligencias, como una pericial conjunta de todos los expertos (de las fuerzas policiales y de los técnicos prouestos por los abogados de las partes) que participaron en el análisis del disco duro del ordenador de Déborah Fernández. La última actualización del caso fue la declaración vía telemática de Aitor Curiel, perito forense, que el pasado 8 de junio ratificó que la muerte de la chica tiene "etiología homicida".