Juan Carlos I ha llegado este miércoles al mediodía al aeropuerto de Peinador, en Vigo, donde lo esperaba su amigo el empresario y regatista Pedro Campos; una escena similar a la que dejó en su anterior visita en el mes de abril. En torno a las 14:00 horas ambos partieron haciendo Sanxenxo, donde reside Campos y donde el rey emérito participará estos días en unas regatas con su embarcación ‘El Bribón’.
La visita del exmonarca será una vez más de perfil bajo, sin declaraciones públicas, aunque eso no ha impedido la congregación de los medios de comunicación en el aeropuerto y en la localidad pontevedresa. Como informa Europa Press, Juan Carlos I no llegó a bajar la ventanilla del vehículo de Pedro Campos, aunque saludó a la prensa al salir de Peinador.
Ambos llegaron a la residencia del empresario poco antes de las 15:00 horas y no han salido en toda la tarde. Durante la mañana entró una furgoneta a la casa, cuya conductora aseguró a los medios que "dejó productos del mar". Se espera que el emérito salga a navegar mañana; este miércoles pudo verse a un operario a bordo de ‘El Bribón’ ultimando su puesta a punto.
Reacciones a su llegada
Europa Press ha consultado la opinión de diferentes ciudadanos sobre la llegada de Juan Carlos I. "Pienso que su visita no debe molestarle a nadie, como cualquier ciudadano que viene a pasar unos días a Sanxenxo", aseguraba un transeúnte. Muchas personas de la localidad desconocían que el exmonarca iba a venir estos días, puesto que la visita se ha desarrollado con discreción y no se sabe hasta cuándo durará. Tampoco hay confirmación oficial sobre la agenda que seguirá.
Un turista ha incidido en que "ve bien" que el emérito venga y ha remarcado que "viene a su patria" y "hay que recibirlo bien". Sin embargo, hay quien opina, como una visitante de Palencia, que "está bien que venga", pero "que tiene que tratar cosas que tiene pendientes" aunque "ve bien" que vuelva a su país.