Desde hace años, el Bloque Nacionalista Galego se ha negado en rotundo a estar presente en los actos en los que intervenga cualquier representante de la monarquía y ha sido el altavoz más crítico contra las visitas del emérito a Sanxenxo durante el verano. Una posición que mantiene vigente al anunciar que no asistirá a la jura de la Constitución por parte de la princesa Leonor.

En esta decisión de no mandar al acto ningún representante no están solos; Esquerra Republicana (ERC), Junts y Bildu tampoco asistirán a la ceremonia ante las Cortes Generales de la princesa de Asturias que tendrá lugar el próximo 31 de octubre en el Congreso, coincidiendo con la mayoría de edad de Leonor.

El BNG entiende la Monarquía como una estructura del Estado "impuesta" por el franquismo y, por lo tanto, heredera, además de ser una institución "anacrónica" y, en el caso español, "corrupta". Un discurso que han mantenido a través de los años, pero que se ha hecho más fuerte en el último lustro.

Con Aznar y Zapatero, sí

Si en los años 1996, 2000 y 2004, el BNG acudió a las rondas de consulta con el rey Juan Carlos I, unos encuentros en los que el portavoz nacionalista en el Congreso era Francisco Rodríguez y aprovechó esas tres ocasiones para trasladarle al monarca problemas, preocupaciones y propuestas enfocadas a reivindicar las ideologías nacionalistas presentes en España, "con respeto a las reglas del juego democrático", en las últimas ocasiones, el Bloque no ha asistido al encuentro.

Cambio de portavoz y cambio de rey, Nestor Rego y Felipe VI, en este caso, el primero no asistió a las rondas de consultas de 2019 cuando los nacionalistas recuperaron un escaño en el Congreso, y tampoco lo ha hecho en las recientes, tras las últimas elecciones, a pesar de apoyar al candidato socialista Pedro Sánchez en las primeras y, en principio, también lo hará en estas.

Esta posición también ha tenido un reflejo con las visitas del emérito Juan Carlos I a Sanxenxo, en las que los nacionalistas han convocado protestas en la localidad y han sido los más críticos con estos viajes, que llevaron hasta el Congreso este pasado mes de septiembre, cuando Rego registró una batería de preguntas en las que buscaba que el Ejecutivo se pronunciase sobre los "cada vez más frecuentes" viajes de Juan Carlos de Borbón a Galicia y los gastos que generen en el erario público, sobre todo en materia de seguridad.