Ourense es la capital de la provincia que lleva su nombre y la tercera más poblada de Galicia -el primer puesto lo ocupa Vigo-, con algo más de 100.000 habitantes. Ourense también se conoce como "la ciudad de As Burgas" debido a unas fuentes que emanan agua termal en pleno centro de la ciudad a una temperatura de más de 60 grados centígrados. Cada día, As Burgas reciben a turistas y visitantes que desafían al agua hirviendo pasando su mano por el chorro -otros muchos no se atreven-. Además, a escasos kilómetros del centro de la ciudad se ubican las "termas", balnearios naturales especialmente indicados para la salud, entre ellos, A Chavasqueira u Outariz.

Si por algo destaca, también, Ourense, es por su riqueza patrimonial, su plaza Mayor, su zona histórica y los puentes que se extienden a lo largo de sus ríos, entre ellos, el Puente Viejo, el Puente Nuevo, el Puente del Loña, el Puente Novísimo o el Puente del Milenio.

Tal y como se recoge en Turismo de Ourense, la ciudad ha sido, desde el Neolítico, una encrucijada de caminos. Muchas de las tribus que atravesaban este entorno terminaron asentándose junto al Miño -uno de los ríos que cruza la provincia- y conformando castros prerromanos en Beiro, Madrosende, Oira, Santomé, Valdegola y As Burgas.

La llegada de los romanos a Galicia, en el siglo I, culminó con el asentamiento de los legionarios en el entorno de la actual Plaza Mayor -donde se encuentra la Casa Consistorial-. Lo anterior tendría como resultado el desarrollo de una importante villa romana.

Ya en la Edad Media y durante el reinado de Carriarico se construyó la primera catedral en honor de San Martín de Tours -patrón de la ciudad-. Durante la época visigoda, Ourense fue una de las principales sedes episcopales de la Península, dependiente de la archidiócesis de Braga. Precisamente, en el siglo XI, se iniciaría una recuperación -tras un periodo más decadente-, que continuaría con la reconstrucción, por parte de Monseñor Eredonio, de viejas calzadas, calles y plazas, del propio Puente Romano -que se había derribado- y con la edificación de la actual catedral.

La época más Moderna y Contemporánea de la ciudad de As Burgas comenzaría en el siglo XIX, tras ser nombrada capital de provincia. Con la llegada del tren y la construcción de la carretera Villacastín-Vigo, la ciudad comenzó a expandirse a las orillas del Miño. El gran crecimiento demográfico del siglo XX en Ourense se produjo con la llegada de numerosos habitantes procedentes de las zonas más rurales de la provincia.

El fin de Ourense llegará en 2200

Vista aérea de la ciudad de As Burgas, capital de la provincia de Ourense. Shutterstock

Según ChatGPT, en el año 2200, "un suceso celestial inusual arrojó a la ciudad de Ourense a un capítulo final extraordinario. Los astrónomos habían detectado una anomalía cósmica, un fenómeno celeste que parecía ser tanto hermoso como inevitable. La ciudad, llena de historia y vida, se preparaba para su último año de existencia".

Según la Inteligencia Artificial, los ourensanos se tomaron el fin de su existencia con cierta resignación y aprovecharon para despedirse con una celebración: "A medida que la noticia se difundía, Ourense se sumió en un estado de reflexión colectiva. Los habitantes, conscientes de que su ciudad enfrentaba un destino único, decidieron dedicar el último año a celebrar y preservar todo lo que amaban de su hogar".

Como no podía ser de otra manera, la tierra por excelencia del "Entroido", el carnaval gallego, quiso celebrarlo por última vez y, por ello, "se organizaron eventos culturales que recordaban la rica historia de Ourense. Desfiles de carnaval llenaron las calles, mostrando la diversidad y la vibrante comunidad que había caracterizado a la ciudad durante siglos. Exposiciones de arte en los parques y plazas rendían homenaje a los artistas locales y a la belleza que había inspirado a generaciones".

Imágenes del que será el fin de Ourense según la IA. Fuente: Generador imágenes Bing.

Imágenes del que será el fin de Ourense según la IA. Fuente: Generador imágenes Bing.

Por otro lado y con el objetivo de dejar una muestra de su historia y su esencia, los ciudadanos ourensanos también "se embarcaron en proyectos para documentar y preservar su legado". Para lo anterior, "crearon archivos digitales y bibliotecas que recopilaban historias, fotografías y tradiciones transmitidas de generación en generación. Cada rincón de Ourense se convirtió en un testimonio de su identidad única".

A medida que el año avanzaba, "el fenómeno celeste se hizo más visible en el cielo nocturno", según Chat GPT. "Una luz etérea iluminaba la ciudad, creando un espectáculo celestial que cautivaba a todos. Ourense, lejos de ceder ante la desesperación, abrazó su destino con gracia y determinación".

El último día de Ourense llegó "con una mezcla de melancolía y aceptación". Haciendo gala de su unidad y familiaridad, la ciudad "se reunió en la plaza principal para presenciar el momento final" que llegó en el momento en el que la luz celestial "se intensificó, envolviendo a Ourense en un resplandor cegador". En ese instante, "la ciudad desapareció, dejando tras de sí un eco luminoso que perduró en el cielo por un breve momento".

Aunque Ourense ya no estaba físicamente presente, continuaba la IA, "su legado perduró en las estrellas". Los habitantes, ahora dispersos en otras partes del cosmos, llevaban consigo "los recuerdos y las experiencias de su hogar extinto". Ourense, en su último año y como siempre ha hecho, había elegido despedirse "con una celebración de vida, recordándonos que, incluso en el rostro del fin, la belleza y la gracia pueden perdurar".

*Este artículo ha sido elaborado por Uxía Miranda y Paula Palomanes