- Un juzgado de Noia (A Coruña) abre diligencias por el vertido de pellets en la costa gallega
- Galicia pide 11 embarcaciones, un avión y un robot submarino ante la llegada masiva de pellets
- Llegan pellets a la costa de Canarias, que descarta su vinculación con el episodio en Galicia
La primera manifestación por la crisis de los pellets en Galicia tendrá lugar el próximo domingo, día 21 de enero, en Santiago de Compostela. Bajo el lema "En defensa de nuestro mar", un centenar de colectivos ecologistas y agrupaciones del sector del mar alzarán su voz para censurar, por un lado, la gestión hecha por Gobierno central y Xunta de Galicia del vertido de pellets, y para alertar, por el otro, de la situación que atraviesa el mar en Galicia.
El anuncio de la protesta se hizo este mismo miércoles en Vilagarcía de Arousa, en donde se dieron cita representantes de las plataformas en defensa del mar de las rías de Arousa y Muros-Noia, y también tras organizaciones ecologistas y vecinales: "El mar está muriendo y nadie nos hace caso", lamentaron.
Por otro lado, denunciaron que "los gestores de la comunidad con más kilómetros de costa de todo España", en alusión a la Xunta de Galicia, "están dejando morir el mar más productivo de Europa". Además, aseguraron que "pase lo que pase en la costa de Galicia" la respuesta de los dirigentes es "siempre la misma, mirar para otro lado".
Xaquín Rubido, presidente de la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa, apeló al resto de la ciudadanía gallega manifestando que, el próximo 21 de enero se buscará "canalizar el sentir" de aquellas personas de la comunidad que se preocupan por el mar y ante la "reiterada" llegada de vertidos. Todo lo anterior "pese a los medios técnicos" que Xunta y Estado "dicen tener".
Por último y según ha recogido Europa Press, Rubido ha equiparado la situación vivida con el Prestige a la actual: "El modus operandi y el nivel de incompetencia es el mismo". Del mismo modo, ha rechazado el hecho de que se haya "minimizado" el problema "por motivos electoralistas", antes de concluir asegurando que, con esta manifestación no se quiere interferir en las elecciones gallegas del 18 de febrero: "Simplemente nos vemos obligados a convocarla porque el malestar es muy grande".