No se habla de otra cosa. La crisis de los pellets, tras perder el buque Toconao un contenedor con más de 26 toneladas de este material, ha generado miles de informaciones en todo el país (y más allá de nuestras fronteras), que entremezclan las dudas técnicas, medioambientales y de salud, con la batalla política que se ha generado en torno a este asunto. En Galicia, además, la comunidad más afectada debido a la proximidad con la pérdida de la carga (frente a la costa de Viana do Castelo), las elecciones autonómicas marcan cada paso del suceso.
Entre todas las cuestiones técnicas se ha hablado de la posible toxicidad de este producto, de las medidas para eliminarlo del mar y de la costa y de las previsiones de futuro sobre la llegada a los arenales gallegos de estos residuos. Entre todas ellas surge una nueva cuestión, ¿por que los arenales vigueses están libres de este material y el impacto en las Rías Baixas ha sido considerablemente menor?
No son las islas, son las corrientes
El marinero y patrón mayor de Cangas, Javier Costa, nos da una pista sobre el motivo de este "refugio" gallego. Las islas Cíes, utilizadas por cientos de buques cada año para resguardarse de las inclemencias del tiempo y de las condiciones del mar, podrían parecer en un primer momento el motivo principal de este menor impacto de pellets en la costa. Sin embargo, la fuerza de las corrientes marinas es la principal responsable de que la provincia de A Coruña sea la zona más afectada de Galicia por estas bolitas que han marcado, sin duda, el inicio del nuevo año en la comunidad.
"En principio los pellets no van a entrar en la ría de Vigo, debido a los componentes del viento en el momento en que cayó el contenedor del barco, que depende la latitud que caigan. Si cae una altitud alta, como fue este caso, y el viento sopla del sur, las corrientes van siempre hacia el norte; rebasan las islas Cíes y llegan a las puntas más salientes, como Finisterre o Carnota", explica Javier Costa.
Este profesional del sector pesquero recuerda el caso de un autobús accidentado a 50 kilómetros de la desembocadura del río Duero en 2001. Las corrientes arrastraron hasta la costa coruñesa siete cadáveres y varios asientos del vehículo. "En esta época del año las corrientes tiran siempre para el norte. Es la corriente del Cantábrico Noroeste, la que navegan también los bonitos, los atunes y las orcas, que últimamente que van hacia allí arriba", relata el patrón mayor de Cangas, que pronostica que estos plásticos no entrarán en la ría de Vigo por ese motivo.
"Antes de los ‘pellets’ ya había miles de plásticos en nuestras costas"
El patrón mayor de Cangas, Javier Costa, que faena en la zona de Cíes, Ons y a zona de Cabo Silleiro, tiene claro que el problema de los plásticos en el mar no es algo nuevo y reclama que, en vez de hacer demagogia, los políticos se unan para recoger el plástico del mar, siempre. "Lo comparan con el Prestige, algo que yo veo descabellado", dice.
"Es triste y macabro que los políticos esperen a que haya carnaza para sacer votos. Yo vivo del mar, es mi medio de vida, y tengo claro que es algo que hay que cuidar. El Día de Reyes di un paseo por la playa y recogí una caja de botellas de plástico. Antes de los pellets ya había miles de plásticos en nuestra costa", sostiene Costa.
Sobre su trabajo diario tras el incidente del buque Toconao, Javier relata que faena con total normalidad. Y en cuanto al futuro del sector, afirma que de momento no les está afectando, pero que dependerá del mercado, de lo que se diga sobre la contaminación… "Por eso es importante tener cuidado sobre las declaraciones que se hacen", pide este profesional de la pesca.