Este lunes ha dado comienzo el juicio por el homicidio de Nerea Añel, una joven ourensana que desapareció a principios de enero del 2020 y cuyo cadáver apareció en septiembre del mismo año. El único acusado es el que era su novio por aquel entonces, para el que la Fiscalía pide 14 años de prisión por un "homicidio por omisión", además de una indemnización de 100.000 euros para los padres de la fallecida.
El joven solo ha respondido hoy a preguntas de su abogada y se ha declarado inocente ante el tribunal. Tal y como traslada Europa Press, el encausado ha explicado que es drogadicto desde los 15 años y consume cocaína, heroína y hachís, mientras que Nerea Añel, la que era su pareja sentimental "consumía coca y porros". Para costear el gasto de las drogas, ha dicho, él hurtaba "entre dos mil y tres mil euros" casi diarios.
Según su versión, aquel 15 de enero de 2020 Nerea y él huyeron juntos de un motel en Barbadás, en el que habían "consumido de todo", porque le habían robado la cartera esa misma tarde a un taxista y habían solicitado los servicios de otro taxi, pero temían que la recepcionista hubiera alertado al chófer y a la Guardia Civil.
Los dos jóvenes se marcharon juntos por la carretera nacional hasta que, según él, se separaron en una curva: "Me dijo que ella se comía lo de la cartera porque no tenía antecedentes y saldría en uno o dos días, así que nos dimos un beso y no supe más de ella, no la volví a ver". Después, ha relatado que se escondió y vio pasar un coche de la Guardia Civil en dirección al motel y regresar poco después en sentido contrario, por lo que supuso que su pareja "había sido detenida".
"Homicidio por omisión"
El acusado ha explicado que buscó a Nerea "a más no poder". Según su relato, llamó a varias comisarías para comprobar si Nerea estaba detenida y, ya en Covadonga, una reclusa que había salido de permiso le informó de que había entrado a prisión una mujer que encajaba en la descripción de su novia, por lo que se convenció de que era ella y continuó drogándose.
"Me da pena por su madre, eso ante todo", ha expuesto en su declaración, "He tenido muchos problemas por ayudar a esa niña, mira dónde estoy".
Sin embargo, para la Fiscalía el acusado y su pareja huyeron a la carrera a través de un sendero que bordea el edificio, paralelo a la carretera y a la orilla de un arroyo. En ese recorrido, Añel sufrió una caída que "le produjo un grave traumatismo cráneo vertebral con lesiones que le ocasionaron un estado de inconsciencia" y que "determinaron su muerte", pero que podría haber sobrevivido si su novio le hubiera prestado ayuda.
"Es la manifestación más extrema de la violencia de género, la muerte de una víctima a manos de su pareja cuando podía salvarle la vida, no lo hizo deliberadamente", ha manifestado el representante del Ministerio Público, añadiendo que "Nerea no tuvo una muerte instantánea", sino que falleció "por hipotermia o por las importantes lesiones sufridas en la caída".
La acusación particular defiende que hubo un ataque
Por otro lado, la acusación particular, que ejerce la madre de la joven fallecida, el procesado atacó a la víctima y después intentó ocultar el cadáver. "No es posible que se produjese un accidente en el camino y que hubiera llegado al río en el que apareció", ha defendido hoy su abogado.
Así, según su versión, el acusado "trató de eludir su responsabilidad" escondiendo el cuerpo "en un sitio de dificilísimo acceso, en un río encajonado". El letrado ha querido poner el foco en la "naturaleza violenta" del acusado, quien se encuentra en prisión condenado por múltiples robos, pero el presidente de la Audiencia, Antonio Piña, le ha advertido que "no debería tener consideración" los antecedentes y ha replicado que esa explicación es "improcedente".
Libre absolución
Finalmente, por parte de la defensa se pide la libre absolución del acusado y también se ha solicitado aplicar los principios de presunción de inocencia y de ‘in dubio pro reo’. Además, ha subrayado que tanto la víctima como el acusado eran personas drogodependientes y "su razonamiento lógico no es el mismo" que para otras personas.
Para la abogada defensora, la muerte de Nerea Añel "fue una desgraciada fatalidad". Según su versión no se puede acreditar la participación de su cliente en los hechos porque "él no bajó por ese camino" y no pudo haber intervenido en el fallecimiento ni en la ocultación.