Los trenes Avril se le resisten a Galicia. La visita del Ministro de Transportes Óscar Puente junto a los Reyes Magos en uno de estos convoyes el pasado 5 de enero hacía pensar que la nueva fecha del Gobierno central para la puesta en marcha de los nuevos trenes en la comunidad gallega sería la definitiva.
En aquella llamativa visita que no fue anunciada de forma oficial, y que generó importantes críticas en el Gobierno gallego, Puente aseguró ante decenas de periodistas que el uno de marzo era la fecha prevista para la puesta en funcionamiento de los Avril, que empezarían a funcionar a lo largo de este mes. Cumplido este plazo y tras una reunión la semana pasada entre Talgo, Adif y Renfe, la operadora ferroviaria confirmó que Talgo no disponía aún de los nuevos convoyes y que la fecha para su entrega no está confirmada.
Ante esta nueva espera para los residentes gallegos, la Xunta de Galicia ha querido manifestar oficialmente su malestar y preocupación por este retraso. Así, la conselleira de Infraestructuras y Movilidad en funciones, Ethel Vázquez, ha enviado una carta al ministro Óscar Puente en la que exige la creación de un grupo de trabajo con Talgo (y con la participación del Gobierno gallego), para "hacer un seguimiento exhaustivo del proceso encaminado a la puesta en servicio de los trenes Avril y abordar las medidas de compensación a los gallegos por este nuevo retraso", explican desde la Xunta.
Vázquez ha solicitado también al titular de transportes conocer el número de unidades de este tipo de trenes que se van a asignar a la línea que une la comunidad gallega con la capital.
"El Gobierno gallego considera necesario que se expliquen oficialmente los motivos por los que el 1 de marzo no se pusieron a la venta los billetes de los trenes Avril, tal y como había anunciado el propio ministro, y que se ofrezca un calendario real sobre las pruebas y la formación de los maquinistas", han solicitado desde el ejecutivo autonómico.
Maquinistas ya formados
La semana pasada, tras la reunión en la que se confirmaba el nuevo retraso de la recepción de estos trenes, fuentes de la operadora ferroviaria aseguraron que los maquinistas de Galicia habían recibido ya la formación oportuna para el manejo de los nuevos convoyes. "Si tuviéramos los trenes, se podrían poner en marcha mañana mismo", apuntaban estas fuentes a este periódico.
Para tratar de facilitar a los viajeros la compra de billetes, Renfe anunció también que había abierto la compra de billetes también durante el mes de abril. "Si durante este tiempo se hiciera entrega de los nuevos trenes, se añadirían a la oferta comercial existente", aseguran desde Renfe.
Talgo ve "remoto" pagar indemnizaciones a Renfe
Talgo considera "remota" la posibilidad de que finalmente tenga que pagar a Renfe la indemnización de 116 millones de euros que el operador público le solicitó por el retraso acumulado de los trenes Avril, que tenían que estar en funcionamiento desde el verano de 2022 en las vías españolas, entre ellas las gallegas.
Tal y como ha recogido Europa Press, en su informe anual de resultados económicos, la compañía fabricante de trenes defiende que Renfe aún no ha formalizado esta reclamación, lo que le lleva a pensar que es "remoto que se materialice dicho riesgo".
Talgo ya trasladó en su momento su disconformidad con esta reclamación, alegando causas de fuerza mayor, entre ellas las caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por el Covid-19 y otros eventos geopolíticos, así como por otras causas exógenas a la empresa.
Todas estas circunstancias provocaron una serie de retrasos en los procesos de pruebas y homologación de los trenes y la compañía todavía sigue realizando comunicaciones a su cliente para actualizar las alegaciones en contra de esa indemnización.
Todo esto transcurre mientras la compañía sigue pendiente de una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) por parte del grupo húngaro Magyar Vagon para adquirir el 100% de la empresa por 617 millones de euros.
Magyar Vagon estuvo a punto de formular esta OPA hace unas semanas, pero la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) encontró un problema regulatorio a la misma, que los bancos pueden cancelar sus préstamos con Talgo si cambia el propietario de la compañía. Por ello, el grupo húngaro está negociando con las entidades esta cláusula para encontrar una solución y poder finalmente tramitar la operación.