Este lunes ha arrancado en la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra el juicio contra el acusado de causar la muerte de la joven Jessica Méndez en Barro tras embestir con su coche el vehículo de la víctima en marzo de 2022.
El acusado, que se ha negado a declarar, sólo ha tomado la palabra pasadas las 19:00 horas, tras un receso por el exceso de duración de la sesión de tarde, cuando el juez le ha preguntado cómo se declaraba. Ante el jurado ha dicho ser inocente, que "no sabía quién iba dentro del coche" cuando colisionó y que no pudo hacer nada para "evitar" el choque.
De hecho, la defensa ha asegurado que lo ocurrido es un "accidente fortuito" derivado, entre otras cuestiones, del tratamiento con tramadol que tomaba para una lesión en el dedo, y "amplificado" por la "enajenación colectiva" creada por la declaración de su cuñado, que atribuyó lo sucedido a un problema amoroso. Era éste, según la defensa, el que estaba obsesionado con Jessica, con el que el procesado mantenía mala relación desde hacía 15 años.
El abogado ha dicho que en la causa no obra "ni un solo mensaje o llamada" del acusado a la víctima que pruebe ese acoso, pero sí numerosos de su cuñado advirtiéndole "de supuestas vigilancias" y que el procesado no fue "ni una sola vez hasta el trabajo" de la joven, mientras que su cuñado "intentó quedar con ella en dos ocasiones"
Así, esta parte cree que los investigadores "se han visto coaccionados" por esta persona, movida por la mala relación con el acusado y por su deseo de "cortejar" a Jessica, para ver "algo que no existe". "Aquí existe una víctima, pero de una desgracia, no podemos multiplicarla culpándolo de un asesinato porque no quería matarla", ha dicho el abogado, que ha añadido que el acusado "nunca quiso tener una relación con ella".
Por el contrario, sostiene que el acusado sufrió un accidente fortuito, que la medicación y el cansancio, ya que "desayunaba Colacao", ha dicho, le provocó un "microsueño" que le hizo colisonar contra el vehículo de Jessica Méndez, sin percatarse de que ella iba dentro.
Acosada por el procesado
Tanto la Fiscalía como las dos acusaciones, una la ejerce la familia de la fallecida y otra el que era su novio, han repetido en sala los posicionamientos de sus escritos, según los cuales lo que sucedió aquella mañana en Barro fue un asesinato. Estas tres partes consideran que el procesado "acosaba" y "vigilaba" constantemente a Jessica Méndez desde que en 2012 ésta había rechazado una proposición amorosa.
"Su forma de proceder obedece a que guardó durante mucho tiempo rencor hacia ella", ha apuntado el Fiscal, que ha dicho que la víctima "no respondió de ninguna manera" a las insinuaciones amorosas del acusado, y que esto lo hizo sentir "invisible a nivel sentimental".
A pesar de las "continuas vigilancias" a las que las acusaciones dicen que la sometía, la joven "no se sentía acosada", ha dicho la Fiscalía, que ha calificado de "pueril" e "infantil" la actitud del procesado, narrando episodios como que la vigilaba a través del muro que separaba su casa de la de los padres de la joven.
Por ello, ha estimado el Ministerio Público, ella nunca pudo prever que se produjese un desenlace así y siguió manteniendo sus rutinas, como la de salir de casa de sus padres dos días a la semana a aquella hora e incorporarse a la carretera en la que el acusado colisionó contra su vehículo.
La única diferencia en los escritos de acusación la establece la que representa al novio de la fallecida. Así, mientras Fiscalía y familia consideran que, cuando él circulaba por la carretera vio el coche de la joven parado en una señal de STOP y se abalanzó sobre ella de forma sorpresiva, la representación del que era su pareja cree que fue más planificado y que él la estaba siguiendo desde las 8 de la mañana de aquel día. El letrado también ha recordado que el acusado dijo en alguna ocasión que la joven "o es para mi, o no es para nadie".