Las dos personas detenidas en Pontevedra por pertenecer a la considerada mayor red de ‘narcotransportistas’ del Estrecho han ingresado en prisión provisional este miércoles tras pasar a disposición judicial en Sanlúcar de Barrameda -lo hicieron por vía telemática desde los juzgados de guardia de Cambados y Caldas de Reis-. La red fue desarticulada en el marco de la operación ‘Grajuela’.
Estos dos individuos fueron detenidos junto a otros 29 en una operación conjunta que se llevó a cabo entre funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y la Policía Judiciária de Portugal, y que estuvo coordinada por la Fiscalía Especial Antidroga de Jerez de la Frontera.
Durante las tareas de investigación se practicaron 24 registros domiciliarios y se incautaron tres armas cortas, 1,4 millones de euros en efectivo, 19 vehículos de alta gama, sistemas de comunicación, material informático, dos ‘narcolanchas’ en el país luso y otras tres embarcaciones en España.
El centro de operaciones, en Lisboa
Según ha podido saber Europa Press, el centro de operaciones se ubicaba en una lujosa urbanización de Lisboa. Allí un narcotraficante -considerado histórico- dirigía y coordinaba las operaciones navales. También había una infraestructura y una amplia red de colaboradores en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, de donde eran originarios los cabecillas.
Según la misma fuente, la organización disponía de una media de entre ocho y diez embarcaciones EAV –Embarcaciones de Alta Velocidad-, así como de una nutrida red de pequeñas embarcaciones que utilizaba para facilitar a las anteriores todo lo necesario, como víveres o gasolina.
La intención de la organización de recoger un cargamento de 6.000 kilos de cocaína de un narcosubmarino proveniente de Sudamérica levantó las sospechas de la policía. Los problemas mecánicos que sufrió la embarcación durante la travesía provocaron su hundimiento, hecho que frustró la acción criminal.