Diferentes puntos de la geografía gallega registraron en la noche del pasado viernes un fenómeno de auroras boreales que fue visible a latitudes muy bajas en el hemisferio norte, incluida España, al desencadenarse una tormenta solar (geomagnética).

Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la aurora boreal (auroras polares del hemisferio norte) es un fenómeno de electricidad atmosférica (electrometeoro) "consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos, bandas, cortinas, etcétera".

Al contrario que los fenómenos meteorológicos habituales, se forman mucho más arriba de la troposfera, normalmente a una altitud de entre 90 y 150 kilómetros, ha recogido Europa Press.

"Las auroras aparecen por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra. El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años", cuenta la Aemet.

Actualmente, se está cerca del máximo de actividad solar, por lo que las auroras polares se deben a la presencia de partículas cargadas eléctricamente y eyectadas desde el sol (el viento solar), las cuales actúan sobre los gases enrarecidos de las capas superiores de la atmósfera. Así, se desencadena una tormenta geomagnética, lo que permite percibir auroras desde latitudes más bajas.