Portugal está en alerta desde el pasado sábado, cuando cinco presos se fugaron a plema luz del día del patio de la prisión de Vale dos Judeus, en Alcoentre, a unos 70 kilómetros al norte de Lisboa.
En palabras del director de la Policía Judicial de Portugal, Luís Neves, se trata de personas "peligrosas", con un carácter "violento" y "capaces de matar para continuar en libertad". Tras la fuga, las autoridades lusas reforzaron la vigilancia en las fronteras del país, especialmente con las provincias gallegas de Pontevedra y Ourense.
Este miércoles, la Policía Nacional ha comunicado a través de sus redes sociales que la policía portuguesa ha solicitado la colaboración de las autoridades españolas para lograr su detención. Para ello, han difundido las fotos de los cinco reclusos, que se mantienen en paradero desconocido.
Se trata de los portugueses Fábio Loureiro (34 años) y Fernando Ferreira (63 años), el británico Mark Roscaleer (39 años), el georgiano Shergili Farjiani (42 años) y Rodolfo Lohrmann (61 años), argentino. Están condenados a penas de entre siete y 25 años de cárcel por diversos delitos, entre los que figura extorsión, secuestro o narcotráfico.
La ministra de Justicia de Portugal, Rita Júdice, ha anunciado la emisión de órdenes europeas de detención y entrega tras la fuga, un hecho que ha calificado de "extrema gravedad". Por su parte, el Gobierno luso ha ordenado la destitución del director general y del subdirector de Servicios Penitenciarios por la fuga.