El año hidrológico 2023-2024 ha sido el segundo más húmedo registrado desde 1980-1981, sólo superado por el año hidrológico 2000-2001. Así lo recoge la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en su balance anual, el cual califica los meses de octubre, noviembre, marzo y septiembre como "muy húmedos".

Asimismo, el Organismo autonomico cataloga los meses de febrero, mayo y junio cómo "húmedos"; diciembre, enero, abril y julio como "normales"; y, únicamente, agosto como "muy seco".

Las elevadas precipitaciones "se produjeron muy repartidas tanto temporal como territorialmente, lo que ha contribuido a incrementar la recarga de nuestras aguas subterráneas, el llenado de los embalses y a aumentar el caudal circulante de nuestros ríos", ha explicado Carlos Ruiz del Portal, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica.

"Estas circunstancias mejoran el estado de las masas de agua superficiales y subterráneas y evitan su deterioro, posibilitando, además, la atención de las demandas de agua para los diferentes usos socioeconómicos, siendo éstos los objetivos principales de la planificación hidrológica", ha resumido Ruiz.

Embalses

Según apuntan desde la Confederación los embalses se encuentran al 63,71 % de su capacidad máxima. Este volumen es un 3,90 % mayor que la cantidad de agua embalsada hace un año (59,81 %), y un 9,40 % mayor que el llenado promedio histórico en estas fechas (54,31 %).

El volumen actual representa el segundo valor más elevado de la serie histórica (1999/00 – 2022/23) sólo por detrás del año 2009 que a fin de año hidrológico presentaba un llenado del 65,52%. 

En lo relativo a los caudales circulantes en la Demarcación, a 30 de septiembre se encuentran de media un 80 % por encima del promedio histórico. Al finalizar del año hidrológico anterior estaban al 30 %. Los niveles piezométricos en las aguas subterráneas han cerrado el año un 0,2 % por debajo de la media.